Vietnam, en pleno desarrollo, hace malabarismos entre Estados Unidos y China
Atrapado entre las exigencias estadounidenses y el poder chino, el gobierno vietnamita intenta mantenerse a flote acogiendo inversiones de ambos gigantes. Un ejercicio de equilibrio, mientras Hanói emprende una reforma administrativa radical, informa este diario singapurense.
En esta aldea de la provincia de Hung Yen, al norte de Vietnam, a orillas del sinuoso Río Rojo, reina un bullicio sin precedentes. Se están sacando peces de los estanques de cría con palas. Un tractor está ocupado limpiando montículos de tierra almacenados en el terreno del dueño de la ladrillera local. Pero sobre todo, se está negociando un aluvión de transacciones inmobiliarias, cuyos precios alcanzan máximos históricos, multiplicándose por seis en apenas dos meses. "Es 100% Trump", dice un residente con serenidad.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su deseo declarado de alinear el comercio global con las prioridades estadounidenses han sacudido los mercados y empañado las previsiones de crecimiento económico. En medio de estas tensiones comerciales globales , Vietnam se encuentra literalmente atrapado en una espiral de tensión entre Estados Unidos y China. El país intenta negociar una reducción de los aranceles del 46% impuestos por la administración Trump [reducidos al 10% hasta el 8 de julio, mientras ambos países mantienen conversaciones].
Pero para algunos residentes del Río Rojo en la provincia de Hung Yen, de donde proviene el Secretario General del Partido Comunista, To Lam,
Courrier International