Trabajo nocturno, turnos partidos… ¿cómo podemos limitar el impacto sobre la salud?

Los efectos directos y visibles a corto plazo asociados a estas posiciones son la fatiga crónica y un cambio en los ritmos biológicos y sociales. Y las consecuencias a largo plazo suelen ser el desarrollo de "obesidad, hipertensión, diabetes, cáncer...". Con una clara sobreexposición al estrés, irritabilidad, problemas de memoria y concentración, la esfera psicológica también se ve afectada.
Sin embargo, la situación no es inevitable. La primera palanca de prevención se basa en alternativas al trabajo nocturno. Una medida ya en vigor "en el sector de la limpieza, que desde hace unos diez años fomenta la limpieza de las oficinas en horario diurno".
En ocasiones esta adaptación resulta más difícil de implementar por parte del sector empresarial. En la industria, por ejemplo, "a veces se recurre al trabajo nocturno para rentabilizar las máquinas haciéndolas funcionar a tiempo completo". Otros entornos profesionales no pueden "prescindir de la presencia humana continua". Es el caso de la industria hotelera, del transporte aéreo y marítimo, así como de los médicos, enfermeras, conductores de ambulancias, auxiliares de enfermería, militares, policías, bomberos y guardias de seguridad. En estos casos, el INRS recomienda encontrar variables de ajuste para limitar “la desincronización interna y la alteración del sueño”. Concretamente, ¿por qué no hacer rotaciones de dos o tres noches como máximo? De hecho, hasta tres noches consecutivas, el reloj biológico no tiene tiempo de desincronizarse.
- “Ajustar la duración del turno de noche según la dificultad de las tareas”
- “Adaptar la naturaleza de las tareas en función de las horas de vigilancia (por ejemplo, programando las operaciones más exigentes al inicio de la noche”)
- “Insertar descansos apropiados, organizar tiempos de transmisión suficientes entre equipos”
En todos los casos, la prevención también pasa por concienciar a los empleados sobre las normas de vida y alimentación saludables: «mantener al menos 7 horas de sueño cada 24 horas, con siestas si es necesario, mantener tres comidas cada 24 horas con un refrigerio por la noche, limitar el consumo de cafeína en las 6 horas antes de acostarse.»
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SudOuest