Los medios de comunicación de Trump tienen un plan audaz para recuperar la confianza

Trump Media and Technology Group, la compañía detrás de Truth Social, anunció el lunes una nueva y ambiciosa estrategia financiera: gastará hasta 400 millones de dólares para comprar sus propias acciones.
En un comunicado de prensa, el director ejecutivo, Devin Nunes, calificó la decisión como un rotundo "voto de confianza en nuestra empresa, nuestras acciones y nuestros planes estratégicos". Con aproximadamente 3000 millones de dólares en efectivo en su balance, argumentó Nunes, la empresa tiene la flexibilidad para tomar medidas que "respalden una sólida rentabilidad para los accionistas".
Pero en el mundo financiero, una recompra masiva de acciones puede interpretarse de dos maneras. Puede ser una señal de que una empresa sólida y consolidada está devolviendo efectivo a sus accionistas. O puede verse como un intento de apuntalar un precio de acciones desplomado reduciendo el número de acciones en el mercado, inflando así artificialmente el valor de las restantes.
El anuncio se produce cuando las acciones de la compañía han perdido casi el 48% de su valor desde principios de año, a pesar de algunas mejoras en sus resultados financieros. En el primer trimestre, Trump Media redujo significativamente sus pérdidas netas a 31,7 millones de dólares, frente a los 327,6 millones del año anterior, y sus costes totales se redujeron a más de la mitad, hasta los 40,35 millones de dólares.
El presidente Trump era el mayor accionista de Trump Media, pero tras su victoria en las elecciones presidenciales de 2024, transfirió sus acciones al Fideicomiso Revocable Donald J. Trump en diciembre. En ese momento, afirmó poseer 115 millones de acciones, que entonces valían casi 4 mil millones de dólares.
Las acciones de la compañía son notoriamente impredecibles, y a menudo se mueven más en función de la fortuna política de su homónima que de su propio rendimiento empresarial. Truth Social, su producto estrella, sigue siendo una plataforma de redes sociales de nicho, y la compañía aún no ha demostrado una trayectoria sostenible hacia la rentabilidad.
Esto plantea una pregunta crucial: ¿es una recompra de acciones de 400 millones de dólares realmente la mejor inversión de capital para una empresa que debería invertir en crecimiento, adquisición de usuarios e innovación tecnológica? ¿O se trata simplemente de una medida diseñada para generar un ciclo de noticias positivo que contrarreste la inestabilidad de las acciones?
Las finanzas de la compañía son una curiosa mezcla de maniobras corporativas tradicionales y especulación en la era de las criptomonedas. El comunicado de prensa señala cuidadosamente que esta recompra se financiará por separado de su estrategia de tesorería de Bitcoin, previamente anunciada. Esta iniciativa de criptomonedas se vio impulsada el mes pasado por una colocación privada de 2.300 millones de dólares por parte de inversores institucionales, cuyos fondos se destinaron a la compra de Bitcoin.
Este enfoque dual sugiere que Trump Media está tratando de atraer a dos públicos diferentes a la vez: los ejecutivos de Wall Street a quienes les gustan las recompras y los entusiastas de las criptomonedas MAGA a quienes les gusta el oro digital.
Aunque la empresa presenta esto como una maniobra de poder, es difícil ignorar la realidad subyacente. Una empresa con una enorme cantidad de efectivo, pero un modelo de negocio no probado, está optando por gastar una fortuna en su propia publicidad. Para los inversores, la medida podría suponer un impulso a corto plazo. Pero para los críticos, parece menos un "voto de confianza" y más un intento arriesgado de mantener viva la magia.
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