Pasión por las danzas de Oriente Medio: «Un antiguo ritual femenino»

10 de agosto de 2025

Simona Fais, 44 años, de Novate, directora de marketing y profesora de danza.
Cuando las mujeres bailan, ríen y se redescubren: un viaje a través del cuerpo, el arte y el alma, el poder y la magia de la danza de Oriente Medio . Estas son las palabras de Simona Fais , directora de marketing de 44 años y profesora de " yoga de la risa ", así como de danza de Oriente Medio. Considerada por muchos como una actuación admirable, a menudo concebida para la mirada masculina, la danza de Oriente Medio es en realidad un lenguaje sagrado, antiguo y profundamente femenino. Despierta cuerpo y alma, liberando energía, sensualidad y conexión. En los movimientos fluidos y rítmicos, en los círculos de las caderas y los gestos de las manos, reside un profundo recuerdo de mujeres que se escuchan a sí mismas y reclaman su propio espacio: "Cada gesto tiene un significado, cada ritmo conmueve una emoción. Vientre, pelvis, columna vertebral y manos se convierten en instrumentos de expresión y conexión", explica Fais.
De niña, practicó gimnasia artística y rítmica, y luego voleibol. Su pasión surgió durante su primer año de universidad: «En una fiesta, vi a una bailarina egipcia actuar y me cautivó su belleza, elegancia y capacidad para aislar y controlar a la perfección cada parte de su cuerpo. Me apunté a una clase y no he parado desde entonces». Tras años de estudio, práctica y formación, Simona Fais se convirtió en profesora.
Actualmente, imparte clases en Saronno, Caronno Pertusella y Milán, donde combina la danza de Oriente Medio con influencias de otros estilos y elementos contemporáneos y modernos, incorporando también gimnasia rítmica y yoga. «No doy clases para el espectáculo, sino para crear espacios donde mujeres y niñas puedan redescubrirse a sí mismas a través del movimiento. La danza de Oriente Medio es un ritual que sana, fortalece y libera», explica la profesora. El yoga de la risa también forma parte de su trayectoria: «La risa sin razón, sin juicio, es liberadora. Libera la tensión, reduce el estrés y despierta la ligereza. Mi trabajo entrelaza múltiples dimensiones de la belleza. A través de la danza y la risa, guío a las mujeres hacia la belleza interior. El cuerpo es un lenguaje poderoso: toda mujer tiene derecho a expresarse a través de él», explica Fais.
Sus clases también incluyen a niñas pequeñas, entusiastas de explorar el movimiento. «Se sienten atraídas por los velos de seda, los bastones decorados y las alas de Isis. A través del juego, descubren el cuerpo como un espacio seguro y creativo».
Il Giorno