Eni desacelera, pero sus finanzas se mantienen. El CEO Descalzi: «Los próximos meses y 2026 serán mejores».

MILÁN – La caída del petróleo Brent (-20%) y la depreciación del dólar frente al euro (-5%) redujeron en un cuarto el beneficio de Eni , que sin embargo obtuvo 1.100 millones de beneficio neto ajustado entre abril y junio, un 22% más que la media de las expectativas del mercado, y elevó su beneficio neto a 2.650 millones en el semestre.
Las ganancias han disminuido un 25% en comparación con el segundo trimestre de 2024, principalmente debido a que el precio del crudo promedió 67,80 dólares por barril (frente a los 85 dólares de mediados de 2024) y al efecto Trump, que ha debilitado el dólar, la moneda en la que las principales petroleras mundiales venden sus hidrocarburos. Sin embargo, Eni convierte posteriormente esos ingresos a euros, lo que disminuye.
El director general, Claudio Descalz, habla de "excelentes resultados en un entorno complejo y a pesar de un mercado desfavorable". Reitera que "el modelo de negocio de Eni confirma su solidez y flexibilidad", lo que significa que la dirección ha implementado medidas de eficiencia, aumentado los volúmenes y mejorado la combinación de producción, lo que ha frenado las caídas del crudo y del dólar (así como de los márgenes de refinación, que cayeron entre un 20 % y un 25 % durante el período). Sin embargo, el directivo tiene una perspectiva más positiva: "Esperamos un segundo semestre positivo y un 2026 aún más prometedor". Esto también se debe a que, en el trimestre finalizado, Eni redujo aún más su deuda neta, hasta el 10 % del capital social, "el nivel más bajo en la historia de la compañía", en un momento en que varios competidores la están incrementando.
En cuanto a la contribución de cada negocio, se espera que la división petrolera, que registró una disminución del 33% en su beneficio operativo, de 2.420 millones de euros, crezca gracias a la consolidación de la alianza con Petronas en la cuenca indonesia de Kutel ("uno de los mejores acuerdos que hemos cerrado en los últimos años", según Descalzi) y al proyecto de GNL flotante en Argentina . En la división de gas y GNL (GGP), el beneficio operativo aumentó un 9%, hasta los 387 millones de euros, mientras que los negocios de energías renovables de Enilive y Plenitude disminuyeron un 6%, hasta los 262 millones de euros, mientras que el dúo de productos químicos y refino se mantuvo estable, con pérdidas brutas de 193 millones de euros a mediados de 2024.
En cuanto a los costes, los gastos operativos cayeron un 11% en el segundo trimestre, al igual que las inversiones orgánicas (-5%, hasta los 2.030 millones de euros). Mientras tanto, la transición energética del grupo continúa, siguiendo un modelo "satélite": la desinversión del 30% de sus filiales Plenitude y Enilive a accionistas minoritarios generó 6.400 millones de euros en efectivo, recursos que ayudaron a acelerar la implementación del plan de transición y a aumentar la capacidad instalada de renovables en un 45% en un año, alcanzando los 4,5 GW en junio. Además, la negociación exclusiva con Gip pretende reforzar el liderazgo de Eni en el sector de captura y almacenamiento de carbono.
Las acciones se fortalecieron en bolsa tras la presentación de los estados financieros, alcanzando una ganancia final del 1,82 %. Los participantes del mercado elogiaron el crecimiento de los beneficios del gas, el aumento del objetivo de flujo de caja operativo para 2025 (de 11 000 millones de euros a 11 500 millones de euros) y la confirmación de los niveles de remuneración, incluyendo la recompra de 1 500 millones de euros (aunque la dirección afirma que «esta es una base mínima, que podría aumentar en los próximos meses») y el dividendo de 1,05 euros por acción, un 5 % más que en 2024.
La Repubblica