Muebles de madera, el efecto de los aranceles congela las exportaciones en febrero

Era el 16 de enero de 1945 cuando una veintena de empresas -de toda Italia, de norte a sur- en una notaría de Roma dieron vida a FederlegnoArredo (Fla), la asociación industrial que representa a las empresas de esta cadena de suministro que se ha convertido en uno de los sectores líderes del Made in Italy, con más de 64 mil empresas y 297 mil empleados, una facturación de producción de 51,7 mil millones de euros en 2024 y una balanza comercial que, aunque baja respecto a 2023, el año pasado casi alcanzó los 8 mil millones de euros.
FederlegnoArredo celebra hoy sus 80 años de fundación con un evento de tres días en Venecia, en la isla de San Servolo, dedicado a delinear una visión compartida del futuro de la cadena de suministro que representa, a partir de los temas fundamentales de la transición ambiental y digital. Hoy también se celebrará la reunión anual de la federación.
Este hito llega en un momento de gran inestabilidad política y económica e incertidumbre global. Una incertidumbre que, como recuerda el presidente de la federación, Claudio Feltrin, perjudica a las empresas y su propensión a invertir. En particular, la cuestión de los aranceles estadounidenses es preocupante: aunque las negociaciones en curso entre la Unión Europea y Estados Unidos están abriendo oportunidades para las empresas, en realidad "los anuncios del presidente Trump han enfriado los datos positivos de exportación registrados en enero", observa Feltrin.
En febrero, según el centro de investigación Fla, las exportaciones italianas de madera y muebles disminuyeron un 4,8%, llevando el dato acumulado del bimestre al -0,7%. Un impacto especialmente negativo tienen los datos de Alemania y Francia, los dos principales mercados de salida de la cadena de suministro, que siguen perdiendo terreno en los dos primeros meses del año (-3,2% y -3,3% respectivamente). Estados Unidos (-0,1%) se mantuvo estable, tercer destino del sector, mientras que Reino Unido (+1%) y, con mayor robustez, España (+6,6%) y Polonia (+11,5%) crecieron.
«Son datos difíciles de interpretar, fluctuantes y contradictorios, reflejo de la incertidumbre que domina los mercados —afirma Feltrin—. De hecho, es como si todo estuviera suspendido, congelado, a la espera de que la situación se desbloquee». Para complicar el panorama están los datos de producción de marzo, que marcan una buena recuperación respecto a marzo de 2024, con un +4,7% para la industria de la madera y un +7,6% para la industria del mueble, en contraste con la industria manufacturera italiana en su conjunto, que marca otro -3,3%. Una recuperación que llega, sin embargo, tras un febrero estancado y tras un enero muy bueno sólo porque comparado con un enero de 2024, por el contrario, muy negativo.
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