Cáncer de mama, mastectomía en 4 de cada 10 mujeres

Cada año, alrededor de 50 mil mujeres descubren que tienen cáncer de mama en etapa temprana, por lo que puede ser operado. Entre el 30 % y el 40 % de las que acuden a centros de atención mamaria certificados se someten a una mastectomía radical, una práctica que está aumentando ligeramente. En otros casos, sin embargo, la intervención es conservadora y se basa en nuevas técnicas quirúrgicas.
Sin embargo, para tres de cada diez pacientes, el quirófano llega sólo después de haber recibido ya una terapia farmacológica (llamada neoadyuvante), que tiene dos objetivos principales: reducir el tamaño del tumor y comprender la respuesta de la enfermedad a los tratamientos.
Los datos surgen del IX congreso de la Asociación Nacional Italiana de Cirujanos de Mama (Anisc), celebrado en San Giuliano Terme (Pisa). Expertos de toda Italia se reunieron durante tres días para debatir los últimos avances en este campo.
Las mastectomías en aumentoLa mastectomía está aumentando ligeramente, pero ¿por qué? Sin duda, las capacidades diagnósticas han mejorado, por lo que se descubren más tumores y también hay una mayor concienciación sobre los riesgos asociados a la predisposición genética. «Esto se debe a la exposición mediática de estrellas como la actriz Angelina Jolie y la modelo Bianca Balti», afirma Secondo Folli , presidente de la sociedad científica. «Además, la mastectomía hoy en día es menos mutiladora gracias a las técnicas de cirugía plástica reconstructiva, cada vez más respetuosas con la imagen corporal de la mujer —continúa—. Sin embargo, la solicitud de mastectomía por parte de las pacientes también ha aumentado, con la creencia errónea de que extirpar la mama enferma y la sana puede aumentar las probabilidades de recuperación».
Terapia antes de la cirugíaDe hecho, hoy en día, en el 30% de los casos, la operación se realiza mediante tratamiento médico, lo que a menudo permite al cirujano realizar intervenciones menos invasivas que la mastectomía. Además, en casos seleccionados, la cirugía mamaria moderna ofrece alternativas eficaces y seguras, capaces de preservar la mama, con tiempos de recuperación mucho más rápidos y un menor impacto en la calidad de vida.
Cómo ha cambiado la cirugíaLa cirugía axilar también ha experimentado un proceso de desescalada, pasando del concepto de cirugía de máxima tolerancia al de mínima efectividad, personalizada según las necesidades de cada paciente. En los últimos 30 años, la técnica del ganglio centinela (que permite el análisis del primer ganglio linfático axilar cercano a la mama), inventada por el cirujano oncólogo italiano Armando Giuliano , presente en la conferencia, ha permitido una reducción drástica de las cirugías de vaciamiento axilar: como resultado, el riesgo de linfedema en el brazo ha pasado del 30-40 % al 2 %.
“Hoy en día el papel de esta cirugía es sobre todo estadificar el cáncer de mama, es decir evaluar su extensión y por tanto debe ser lo menos invasiva posible”, subraya Manuela Roncella , presidenta del congreso, coordinadora de la Unidad de Mama de la Región Toscana y directora de la unidad de Senología del Ospedale S. Chiara de Pisa.
Diagnóstico precoz ¿utilizaremos microondas?El evento científico también presentó una novedad en el campo del diagnóstico precoz: la posibilidad de utilizar microondas como herramienta complementaria de cribado, especialmente en mujeres jóvenes. Gracias a un proyecto europeo iniciado en 2022, se creó una máquina innovadora, llamada Mammowave, capaz de generar un mapa de la constitución de la mama analizada y señalar zonas sospechosas mediante inteligencia artificial.
Una herramienta para mujeres jóvenes“Los datos de un estudio clínico multicéntrico europeo realizado en 4000 mujeres se presentaron como primicia mundial en el Congreso”, explica Roncella. “Por lo tanto, se trata de un método que se encuentra actualmente en validación, con el objetivo de incluirlo entre las oportunidades de prevención secundaria y cubrir la brecha diagnóstica antes de los 45/50 años”.
Tiene dos ventajas frente a otros métodos diagnósticos como la ecografía o la mamografía, a los que no sustituiría sino que sólo complementaría: al no estar basada en rayos (a diferencia de la mamografía) no está influida por la densidad mamaria; no es operador-dependiente, a diferencia de la ecografía.
Los datos que proporciona son procesados por inteligencia artificial, que, gracias a la información que posee, recopilada mediante pruebas previas, reduce la probabilidad de falsos negativos —especifica el experto—. En caso de un informe patológico o de sospecha patológica, el paciente debe ser incluido en un proceso diagnóstico consolidado, con un radiólogo experto en senología.
Un aspecto fundamental del actual proceso diagnóstico-terapéutico es compartir: «Las mujeres a las que acompañamos participan cada vez más en las decisiones terapéuticas —concluye Roncella—. Por ello, es nuestro deber informarles sobre las innovaciones y los estudios clínicos».
repubblica