La proteína tau, relacionada con el Alzheimer, también está presente en el cerebro de los recién nacidos. Mucho más que en los pacientes.

La proteína fosfo-tau217 (pTau217), considerada actualmente uno de los marcadores más útiles para predecir la demencia y utilizada en los análisis de sangre más recientes para la enfermedad de Alzheimer (el primero se aprobó en EE. UU. en mayo pasado), se ha encontrado en concentraciones muy altas en recién nacidos, especialmente en prematuros. Mucho más altas que en personas diagnosticadas con Alzheimer.
El estudio y los niveles de la proteína p-tau217 en recién nacidosEl descubrimiento, que parece desafiar un dogma de décadas de antigüedad, es obra de un equipo internacional de científicos dirigido por la Universidad de Gotemburgo en Suecia, que analizó muestras de sangre de más de 400 individuos, incluyendo recién nacidos sanos (prematuros y no), adultos jóvenes, personas mayores y pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los datos, publicados en Brain Communication, revelan que los recién nacidos perfectamente sanos tienen concentraciones más altas de p-tau217 que cualquier otra persona en la población analizada. Además, cuanto más prematuro es el bebé, mayor es la concentración. En segundo lugar en este ranking se encuentran los recién nacidos concebidos a término. Los niveles luego caen bruscamente durante los primeros meses de vida y permanecen muy bajos, solo para volver a aumentar en personas con enfermedad de Alzheimer, donde, sin embargo, nunca alcanzan la concentración observada en los recién nacidos (permanecen aproximadamente tres veces más bajas, en promedio).
P-tau217 ya no es sólo un marcador del Alzheimerp-tau217 es la versión "alterada" de la proteína tau: en personas con demencia, se ha observado que forma "ovillos" dentro del cerebro y compromete su función, provocando la pérdida de memoria típica de estas afecciones. "Los nuevos hallazgos nos indican que uno de los "asesinos" de células cerebrales más buscados en pacientes con demencia está presente en condiciones perfectamente normales en los recién nacidos. Esto no sorprende a los neurocientíficos que llevan años estudiando p-tau", declaró a Salute Paolo Maria Rossini, director del Departamento de Neurociencia y Neurorrehabilitación del IRCCS San Raffaele en Roma. "Ya sabíamos que esta proteína es importante para organizar la estructura interna de las neuronas, que son células altamente complejas. Por lo tanto, se esperaba que se encontraran concentraciones más altas en el cerebro en desarrollo, como ya se ha demostrado en estudios con animales y neuronas fetales". Lo mismo, explica el experto, ocurre con el amiloide, una proteína bien conocida por su papel en el Alzheimer (sus agregados dañan la comunicación entre neuronas y provocan su muerte), pero que también ejerce una función inmunitaria.
¿Por qué es importante estudiar?«Evidentemente», enfatiza Rossini, «estas sustancias tienen dos caras: son en parte 'malas' y en parte 'buenas'. Es evidente que el cerebro del recién nacido posee mecanismos de protección que le permiten maximizar las funciones beneficiosas e inhibir las perjudiciales». No solo eso: el cerebro del recién nacido también es capaz, en un momento determinado de su desarrollo, de eliminar la p-tau217 que ya no necesita y mantener sus niveles bajo control. ¿Cómo lo hace?
Un último punto: durante años, se creyó que la p-tau217 solo aumenta después de que el amiloide comienza a acumularse en el cerebro, desencadenando el proceso que conduce a la demencia. Sin embargo, los recién nacidos no presentan placas amiloides, lo que sugiere que ambas proteínas funcionan de forma independiente y que otros procesos biológicos regulan la tau. «Estos son los aspectos más intrigantes del estudio, más allá de que confirma una hipótesis. Si encontramos las respuestas a estas preguntas, podríamos obtener información importante para el desarrollo de fármacos innovadores». Estas respuestas deberán buscarse mediante el estudio del cerebro de los recién nacidos y podrían revelar formas completamente nuevas de prevenir o tratar el Alzheimer y la demencia.
Dudas sobre la capacidad predictiva de los tests en jóvenes sanosFinalmente, cabe destacar el valor predictivo de este y otros marcadores, tanto plasmáticos como en LCR. Rossini concluye: «Tener niveles alterados de amiloide y tau no predice con precisión el riesgo de desarrollar demencia en sujetos relativamente jóvenes. Esto lo confirman los resultados del estudio italiano Interceptor y la reciente publicación en Nature Medicine de un estudio del Instituto Karolinska sueco, que incluye los nombres de varios investigadores italianos, entre ellos Giulia Grande y Laura Fratiglioni, y que demuestra que el valor predictivo del riesgo de demencia basado en los niveles plasmáticos de p-tau es tan pequeño como el de una moneda al aire».
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