¿Son mujeres y hombres iguales ante el mieloma múltiple?

Se habla mucho de medicina de precisión, con debates que giran en torno a perfiles genéticos y moleculares específicos. Pero ¿cómo podemos aspirar a una terapia precisa si, en la mayoría de los casos, ni siquiera comprendemos las diferencias en el desarrollo y la progresión de una enfermedad, la respuesta a los fármacos y las dificultades para acceder a los tratamientos que existen entre hombres y mujeres? Por supuesto, identificar un gen responsable de un mecanismo que no funciona correctamente es relativamente más sencillo que tener que considerar la red de características biológicas y sociales que definen el sexo y el género.
Pero así es, si queremos que la medicina, y en particular la oncología, sea precisa, es necesario comenzar a trabajar. Un primer paso es comprender lo que se ha logrado hasta ahora desde este punto de vista. Un grupo de investigadores chinos ha realizado un trabajo para los tumores sanguíneos más comunes (leucemia mieloide, leucemia linfoblástica y mieloma múltiple), cuyos resultados se han publicado en Current Oncology. El caso del mieloma múltiple es interesante: el envejecimiento de la población, por un lado, y la disponibilidad de nuevos fármacos, por otro, implican que la población con este diagnóstico aumenta año tras año. Por lo tanto, esto también abre la puerta a la posibilidad de observar diferencias entre pacientes masculinos y femeninos, si queremos verlas.
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Diferencias biológicasPor ejemplo, se ha descubierto que los hombres presentan una mayor incidencia de mieloma múltiple, aunque leve, y que las mujeres parecen sobrevivir más tiempo, aunque experimentan más efectos secundarios relacionados con el tratamiento. Esta mayor incidencia en la población masculina podría deberse a la pérdida del cromosoma Y en algunas familias de células inmunitarias, un fenómeno que suele ocurrir con la edad avanzada en los hombres. Estas diferencias, junto con las hormonales, crean, según los autores, condiciones biológicas que influyen en el desarrollo, la progresión y los resultados de los tratamientos. Sin embargo, existen muy pocos estudios específicos y no se puede ofrecer una indicación clara a nivel clínico.
Psicológicamente diferenteLa situación cambia si investigamos las experiencias de los pacientes, fundamentales para evaluar su calidad de vida, pero también su capacidad para seguir las terapias y, por lo tanto, obtener mejores resultados clínicos. Por ejemplo, una encuesta a pacientes con mieloma múltiple en recaída/refractario (es decir, que han probado diferentes fármacos sin eficacia, inmediatamente o tras un periodo inicial) reveló que, en comparación con los hombres, las mujeres dan mayor importancia a la posible gravedad de los efectos secundarios y a la cantidad de apoyo necesario al tomar decisiones terapéuticas. El impacto en la calidad de vida y el estado emocional también fue considerado más importante por las mujeres. Este factor es importante, ya que, en el mieloma múltiple, el fracaso terapéutico y, por lo tanto, la recaída de la enfermedad, es, lamentablemente, una experiencia que afecta a más del 80 % de los pacientes.
Un largo viaje, una nueva drogaGracias a fármacos cada vez más potentes y específicos, la supervivencia de los pacientes con mieloma múltiple se ha prolongado considerablemente. Sin embargo, debido a la naturaleza de la enfermedad y sus frecuentes recaídas, puede ser necesario cambiar de terapia con frecuencia. Por lo tanto, es esencial encontrar nuevas moléculas que puedan administrarse a quienes ya han estado expuestos a terapias que ya no son efectivas. El último fármaco aprobado por Aifa es elranatamab, un fármaco que conecta las células T, los centinelas de nuestro cuerpo, con las células enfermas, provocando que las primeras destruyan a las segundas. Los resultados de los estudios demuestran la eficacia de esta molécula, capaz de prolongar significativamente la vida de los pacientes en comparación con la solución utilizada hasta ahora (la reintroducción de fármacos ya utilizados). No existen análisis ni datos que indiquen una acción biológica diferente en hombres y mujeres, pero se trata de un fármaco que puede administrarse en un hospital de día, un elemento que podría influir en su preferencia o no por parte de los pacientes según su género. Sin embargo, para afirmar esto, tendremos que esperar a que se integre en el tratamiento habitual de la enfermedad.
Noticias de investigaciónSiguiendo con las terapias que actúan sobre el sistema inmunitario, un factor importante que diferencia a mujeres y hombres, se están obteniendo datos alentadores sobre otra molécula, el belantamab mafodotin. El objetivo sobre las células enfermas es el mismo que el delranatamab, pero el mecanismo es diferente. En este caso, los estudios se centran en pacientes que ya han recibido un tratamiento que, sin embargo, ya no es eficaz. Si bien no existen datos ni análisis por género para este fármaco, la experiencia con otras enfermedades oncohematológicas nos indica que, en lo que respecta a la inmunoterapia, los hombres reaccionan mejor a las monoterapias y las mujeres a las terapias combinadas.
Se necesitan estudiosEl Congreso Europeo de Hematología se celebró en Milán del 12 al 15 de junio: un momento clave para el debate y la presentación de resultados científicos (los dos fármacos sobre los que escribimos fueron objeto de presentaciones). Sin embargo, al revisar el programa, no se encontró ni rastro de estudios de género, ni en la biología de las patologías ni en la clínica. Una verdadera lástima. Después de todo, como subrayan los autores de la revisión: «El sexo y el género desempeñan un papel importante en la biología, el desarrollo y los resultados del tratamiento de los cánceres hematológicos, pero aún existen importantes lagunas en nuestro conocimiento. Es necesario invertir en investigación que nos permita explicar los mecanismos que subyacen a las diferencias sexuales en la biología y la respuesta a los tratamientos, así como a las diferencias de género en el acceso y la adherencia. La integración de las cuestiones de sexo y género en la medicina de precisión es esencial para lograr la mejor atención a los pacientes».
La Repubblica