Succionado y asesinado por resonancia magnética: Tenía una cadena de 9 kilos alrededor del cuello.

Entró en la sala de resonancia magnética mientras estaba abierta para ayudar a su esposa, quien acababa de someterse a un examen de rodilla, y fue succionado por la máquina, muriendo por una cadena y un candado de 9 kilos que llevaba alrededor del cuello y que usaba para entrenar. Esto le ocurrió a un hombre de 61 años en el Nassau Open MRI en Westbury, Nueva York. Entró en la sala de examen sin autorización, donde la máquina aún estaba en funcionamiento, y fue succionado inmediatamente. A pesar de la intervención de un asistente para liberarlo, sufrió lesiones tan graves que requirió hospitalización inmediata, lo que resultó en su fallecimiento al día siguiente. El centro de Nassau se negó a hacer comentarios sobre el incidente.

Cómo funciona la máquina

Pero, ¿cómo fue esto posible? De hecho, la potencia de una máquina de resonancia magnética, que utiliza corrientes de radiofrecuencia y campos magnéticos para producir imágenes anatómicas detalladas, es tan potente que puede mover una silla de ruedas por toda una habitación. Por eso, se les pide a los pacientes que se quiten todos los objetos metálicos, joyas, piercings, pinzas para el pelo, cinturones, gafas, relojes, audífonos, prótesis dentales removibles, cinturones médicos y aparatos ortopédicos. Además, no se pueden introducir teléfonos móviles, tarjetas de crédito ni otras tarjetas magnéticas en la máquina, y se recomienda usar ropa sin broches, cremalleras ni otras piezas metálicas. Asimismo, quienes lleven ciertos implantes, en particular los que contienen hierro, o prótesis y marcapasos, deben informar a su médico, ya que en algunos casos se puede evitar el examen. Esto se debe a que cualquier elemento metálico y ferromagnético dentro de la máquina puede calentarse y ser atraído por el imán de la máquina.

Los precedentes

Esta no es la primera vez que ocurren accidentes con máquinas de resonancia magnética. En 2001, un niño de 6 años en India falleció cuando un tanque de oxígeno fue succionado por la máquina mientras se le realizaba un examen. Otro niño falleció en India en 2018 tras entrar en el quirófano con un tanque de oxígeno. En 2023, una enfermera en California fue aplastada contra la máquina por una camilla de hospital arrastrada por la fuerza de la máquina. No murió, pero sufrió heridas graves y requirió cirugía.