Trastornos alimentarios: la desorientación corporal aumenta en verano

Camisetas de tirantes, trajes de baño, pantalones cortos en verano: cuanto más te desvistes, más puedes agravar los problemas de imagen corporal, que son la raíz de muchos trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, que afectan, según estimaciones, a más de 3 millones de personas en Italia. Esta incomodidad puede abordarse en todas las estaciones gracias a la llamada
Terapia del espejoLa Fundación Ananke, una organización sin fines de lucro que promueve la investigación clínica independiente con el apoyo de donaciones privadas, ha desarrollado y rediseñado esta metodología como parte de sus proyectos científicos. La aplicación clínica de la Terapia del Espejo es parte integral de los programas terapéuticos que promueve la propia Fundación, que cuenta con una larga experiencia en el tratamiento de trastornos alimentarios y colabora con equipos multidisciplinares especializados. El modelo utilizado, en la versión italiana desarrollada por Laura Dalla Ragione , ha ayudado a cientos de pacientes a mejorar su relación con su cuerpo, devolviendo a la dimensión física su función funcional, emocional y generadora de identidad.
El cuerpo«El cuerpo, en sus dimensiones reales, imaginadas o deseadas, puede representar tanto el origen como el fin de muchas formas de angustia psicológica», explica Alessandro Raggi, psicoterapeuta y vicepresidente de la Fundación Ananke. «Cuando la autoimagen interna de una persona entra en conflicto con su apariencia física percibida o idealizada, pueden surgir sentimientos de inadecuación y pérdida de autoestima, lo que finalmente perturba la continuidad de su identidad personal. En los trastornos alimentarios y nutricionales, la percepción distorsionada del cuerpo y una relación difícil con la propia imagen se encuentran entre los trastornos más arraigados y resistentes al cambio».
La Terapia del Espejo, reconocida como uno de los enfoques más efectivos en el tratamiento de la dismorfia corporal, ayuda a reintegrar una conciencia global del cuerpo y su función, superando el juicio estético y reconectando con una dimensión más profunda de la identidad corporal.
¿Qué es la dismorfia corporal?La dispercepción corporal se refiere a una imagen distorsionada del propio cuerpo, que entra en conflicto con la realidad objetiva y puede provocar una importante insatisfacción personal, aislamiento social, malestar intenso y falta de autoconciencia. «El cuerpo presenta algunas características fundamentales», explica Raggi: «es visible y, por lo tanto, objeto de una mirada tanto realista como idealizada; es verificable, ya que todos pueden observar sus cambios a lo largo del tiempo; es un espacio de confrontación y expresión emocional, un vehículo de reconocimiento y una herramienta esencial para la construcción de la autoimagen. Sin embargo, estos mismos aspectos se convierten en una fuente de intensa angustia y profunda inseguridad en pacientes con trastornos de la alimentación».
La Terapia del Espejo ha demostrado ser una herramienta eficaz para modificar las percepciones disfuncionales del peso y la figura corporal. «Consiste en una exposición sistemática al espejo (sin los filtros comerciales habituales para adelgazar o modificar la figura) en la que se instruye y apoya a los pacientes en una descripción imparcial de su cuerpo y sus componentes», explica Laura Dalla Ragione, directora científica de la Red DCA de la Autoridad Sanitaria Local 1 de Umbría y profesora del Campus Biomédico de Roma, quien ha desarrollado una versión modificada de la técnica en Italia. El protocolo consta de varias sesiones en las que, gradualmente, se ayuda al paciente, mediante el uso de su propia imagen reflejada, a reflexionar sobre las distintas partes del cuerpo en relación con lo que ve y su funcionalidad, centrándose gradualmente en los límites de las diferentes áreas y su integración, sin prejuicios.
Si bien la Terapia del Espejo no siempre permite la remisión de la autopercepción alterada, promueve el contacto y la gestión progresiva de las fluctuaciones emocionales, hasta que las oleadas emocionales pierden su poder patógeno. El objetivo es ayudar a los pacientes a evitar autocríticos severos. Este enfoque es útil para quienes necesitan abordar sus luchas internas y construir una relación plena con su cuerpo físico.
La Repubblica