Lech de Ciampedel, el lago alpino que desaparece

VALLUNGA - En Vallunga, en Val Gardena, se encuentra una pequeña joya natural que solo aparece unas pocas semanas al año: el Lech de Ciampedel , un lago alpino estacional que se forma en primavera gracias al deshielo y, bañado por el sol matutino, ofrece un encantador espectáculo de reflejos turquesa. Es posible admirarlo, antes de que desaparezca con la llegada del verano, con una excursión de 7 kilómetros por un sendero que lleva desde Vallunga al valle del cañón en unos 45 minutos. Aquí, la tranquilidad, las aguas cristalinas y el paisaje alpino invitan a detenerse, tomar fotografías y disfrutar de la magia efímera de este lago. También es posible participar en una caminata guiada todos los viernes, hasta que desaparece, con el programa Val Gardena Active Experience.

Pero si no llega a tiempo a ver el lago, hay muchos otros cuerpos de agua igualmente fascinantes en Val Gardena que merecen una visita, donde aguas cristalinas, zonas de picnic y vistas increíbles ofrecen experiencias únicas. Entre ellos, el biotopo acuático de Monte Pana , con un sendero Kneipp, es perfecto para familias: mientras los niños observan a los peces o se sumergen en el agua fría, los adultos pueden relajarse en las tumbonas de madera, disfrutando del sol en total tranquilidad.

En Alpe Mastlé se encuentra Lech Sant , el lago más grande de la zona. Su nombre proviene de una antigua leyenda según la cual, en ese lugar, había una iglesia; para castigar a los agricultores que organizaban allí celebraciones profanas, Dios desató lluvias torrenciales que provocaron el derrumbe del edificio y transformaron la zona en un lago. Para llegar se necesitan unas tres horas y media de caminata desde Santa Cristina, pero es posible acortar la ruta utilizando el teleférico Col Raiser.

También en Alpe Mastlé se encuentra el Lech da Iman , un lago glaciar situado a 2.200 metros de altitud, dentro del Parque Natural de Puez-Odle: sus aguas heladas ofrecen una parada refrescante, perfecta para relajarse al sol en un entorno preservado.

En la meseta de Puez, sin embargo, se encuentra el lago Crespëina , de aproximadamente 160 metros de largo y 70 metros de ancho, también vinculado a la leyenda de un dragón que habitaba allí, inofensivo gracias a las cruces de madera que los habitantes colocaron alrededor del cuerpo de agua. Se puede llegar al lago tras una caminata de unas tres horas desde la estación de montaña del teleférico de Dantercepies, siguiendo el sendero 2A hacia Passo Crespëina y continuando por la espectacular Alta Vía número 2, o bien desde el refugio de Puez en dirección a Passo Gardena.

En el corazón del Grupo Sella se encuentra el lago Pisciadù , en cuyas orillas surge el refugio del mismo nombre, abierto desde 1902. Al lago se puede llegar a pie desde el Paso de Gardena recorriendo el sendero número 666, que atraviesa el Val Setus, o bien siguiendo la famosa y desafiante vía ferrata del Pisciadù.

Finalmente, entre los más misteriosos se encuentra el Lech d'Isola , un lago proglacial a 2680 metros en el macizo del Sella. Su evocador nombre está vinculado a una leyenda según la cual un dragón se escondía en sus aguas, emergiendo solo en noches de luna llena. El lago aparece y desaparece según las condiciones meteorológicas: en 1970 desapareció por completo, reapareció entre 2003 y 2007 y luego volvió a desaparecer. Hoy en día, solo se muestra tras inviernos particularmente nevados y se puede llegar a él en aproximadamente una hora desde el Rifugio Pisciadù, siguiendo un sendero difícil y poco señalizado.