Viajar en la era de las redes sociales y el turismo excesivo

El sobreturismo es un problema tanto para locales como para visitantes y está cobrando protagonismo en el debate sobre el turismo moderno . En Italia , por ejemplo, solo una pequeña parte de la región y sus atractivos se incluye en los itinerarios, mientras que el resto permanece desatendido. Las redes sociales han contribuido a concentrar los flujos turísticos en los destinos más populares , lo que agrava aún más el fenómeno.
Lo confirma también el último informe de Visit Italy , según el cual el turismo se está transformando en un consumo superficial: para tres de cada cuatro viajeros, la elección del destino no nace del deseo de una experiencia auténtica, sino que está guiada por la lógica de las redes sociales y de la llamada Checklist Era .
El fenómeno de la era de las listas de verificaciónEn los últimos años, viajar parece haber perdido su esencia original: el descubrimiento. En su lugar, emerge cada vez más la llamada Era de la Lista de Verificación, un fenómeno que reduce la experiencia turística a una serie de "marcas en una lista". Visitar la atracción más fotografiada, reproducir un selfi visto en TikTok , replicar itinerarios virales: para muchos viajeros, el significado de viajar ha pasado de ser una exploración auténtica a una experiencia que debe documentarse .
Según el informe de Visit Italy, casi tres de cada cuatro turistas planifican sus viajes siguiendo este enfoque colectivista, y más del 70 % elige su destino basándose principalmente en las tendencias de las redes sociales . No sorprende, pues, que el 64 % de los visitantes declare haber experimentado un turismo excesivo durante su estancia en Italia.
La Lista de la Era revela una paradoja: viajamos cada vez más, pero a menudo regresamos a casa con mucho menos. No un recuerdo transformador, ni un enriquecimiento cultural, sino una carpeta de fotos idéntica a las de millones de otros viajeros.
Superar el sobreturismo: hacia un turismo regenerativoSin embargo, Italia sigue ofreciendo infinitas oportunidades para viajes auténticos : no solo ciudades de arte y monumentos famosos, sino también pueblos pequeños , paisajes naturales, sabores y tradiciones que se mantienen fuera de los circuitos habituales. Los datos lo confirman: quienes visitan el país aún buscan relajación (69%), cultura (65%) y gastronomía (56%), lo que indica que la demanda de experiencias auténticas no ha desaparecido, sino que a menudo se ve eclipsada por el ruido de las tendencias digitales .
El informe presenta un concepto interesante: el turismo como un ciclo que puede regenerarse . Mientras que el turismo excesivo consume lugares y empobrece su calidad de vida, la regeneración busca restaurar la centralidad de las comunidades y realzar lo que hace único a un territorio. Existen ejemplos concretos: ciudades que han devuelto sus centros históricos a sus residentes, pueblos que han recuperado la artesanía, proyectos que miden su éxito no solo en términos de asistencia, sino también en términos de impacto social y cultural . Además, hasta que no se consulte adecuadamente a las poblaciones locales sobre lo que desean y no desean del turismo, asistiremos a cada vez más protestas.
El futuro del turismo italiano, y más allá, depende, por tanto, de un reto crucial: transformar las cifras en valor . No limitar el crecimiento, sino darle sentido. No una lista de lugares para coleccionar, sino experiencias que dejen una huella imborrable tanto en viajeros como en anfitriones. Porque viajar nunca debería ser una tarea que marcar, sino un encuentro y una experiencia enriquecedores.
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