Qué sabemos de 'io': el sucesor del smartphone que está creando OpenAI con Sam Altman y Jony Ive

¿Qué pasaría si el próximo gran dispositivo tecnológico no tuviera pantalla? ¿Y si ni siquiera se tratara de algo que no se sostiene en la mano ni se mira directamente? Estas preguntas, que suenan a ciencia ficción, están más cerca de la realidad que nunca gracias a la colaboración entre Sam Altman, CEO de OpenAI, y el legendario diseñador de Apple, Jony Ive cuando anunciaron io, un proyecto conjunto para trabajar en un nuevo dispositivo después de que OpenAI comprase la firma del antiguo diseñador de Apple.
Lo que están creando juntos no es un nuevo iPhone, ni un teléfono revolucionario. Tampoco son unas gafas de realidad aumentada ni un reloj inteligente.
Lo que sabemos hasta ahora es poco, pero suficiente para intuir que se trata de una propuesta radical: un pequeño objeto sin pantalla, que se lleva encima, que escucha y observa el entorno, y que puede convertirse en el nuevo modo en que interactuamos con la inteligencia artificial. Algunos ya lo comparan con un iPod Shuffle, pero lo que realmente está en juego es algo mucho más ambicioso: redefinir nuestra relación con la tecnología cotidiana.
El fin de la pantalla: una revolución silenciosaDurante al menos cuatro décadas, la pantalla ha sido el epicentro de la interacción digital. Desde los monitores CRT hasta los smartphones de última generación, toda experiencia tecnológica pasaba por un cristal retroiluminado. Pero Altman e Ive quieren romper ese paradigma.
Según la llamada interna de OpenAI filtrada por The Wall Street Journal, el nuevo dispositivo será "consciente del contexto", sin pantalla y no se llevará en el cuerpo como unas gafas o un smartwatch. El objetivo declarado es alejar a los usuarios de las pantallas que hoy dominan nuestra atención y hábitos.
Esta visión no es nueva para Ive, que en los últimos años ha criticado el impacto social del iPhone que él mismo diseñó. En entrevistas recientes, ha hablado de los "efectos no deseados" de los smartphones y la adicción a las pantallas. La propuesta actual, entonces, parece ser una especie de redención: un artefacto que recupere la esencia de lo útil, lo bello y lo invisible en tecnología.
¿Un iPod para la era de la inteligencia artificial?Las comparaciones con el iPod Shuffle no son solo estéticas. El filtrador Ming-Chi Kuo afirma que el dispositivo, desarrollado por io es compacto, sin pantalla, y puede llevarse como un collar. Estaría equipado con cámaras y micrófonos que le permitirán entender su entorno.
Esta idea recuerda a los dispositivos tipo AI Pin, como el Humane AI Pin o las últimas propuestas de anillos inteligentes, pero con una diferencia crucial: ni Altman ni Ive quieren que el usuario se convierta en un cyborg con dispositivos visibles en su cuerpo. De hecho, han criticado públicamente los productos que siguen esa lógica, considerando que son soluciones incómodas y poco elegantes.
El resultado parece ser una suerte de asistente de IA invisible, silencioso, siempre presente. No interactuarás con él mediante una app, sino con tu voz, tus gestos, tu entorno. Y en lugar de darte respuestas en pantalla, probablemente te hable, te sugiera, o actúe en segundo plano.
El tercer gran dispositivo personalAltman lo describió con una frase poderosa: será el "tercer gran dispositivo" en la vida de un usuario, después del portátil y el móvil. Esta afirmación no es menor. Implica que el equipo de OpenAI e Ive no está pensando en un complemento, sino en un nuevo eje tecnológico, pero que todavía no sería capaz de suplantar al smartphone.
Este "tercer pilar" no vendría a competir con el teléfono ni con el ordenador, sino a cubrir un espacio intermedio: algo siempre presente, sin interfaz gráfica, que actúe como intermediario entre el mundo físico y el digital.
Para ello, el dispositivo debe ser ubicuo, sencillo y potente. No necesita potencia de cómputo propia porque usará la de tu móvil o tu PC. Solo necesita estar allí, capturando información contextual, y respondiendo de forma proactiva gracias a la inteligencia artificial generativa.
¿Por qué ahora? El auge de la "IA física"El concepto de "IA física" —integrar la inteligencia artificial en objetos cotidianos sin necesidad de pantallas— está ganando fuerza. Ya no se trata solo de bots conversacionales o asistentes en la nube, sino de formas nuevas, tangibles, de vivir la IA.
Según Kuo, este será el gran campo de batalla de la próxima generación tecnológica. No será la guerra de móviles o apps, sino la carrera por crear los dispositivos inteligentes que nos acompañarán físicamente en cada paso. La empresa io de Ive y Altman apunta directamente a ese horizonte.
La idea es tan ambiciosa que Altman se atrevió a decir que esta línea de productos puede incrementar el valor de OpenAI en 1 billón de dólares. También anunció que esperan distribuir este dispositivo a una velocidad récord: alcanzar los 100 millones de unidades más rápido que ningún otro producto en la historia.
¿Y si fracasa? Los riesgos del experimentoPero toda visión futurista tiene sus sombras. Dispositivos como el Humane AI Pin o el Rabbit R1 han demostrado lo difícil que es convencer al público de adoptar una nueva forma de interactuar con la tecnología. Productos innovadores, pero incompletos, se han estrellado en el mercado por falta de una experiencia convincente.
Ive y Altman deben sortear varios errores comunes:
- Evitar que el dispositivo dependa demasiado de otros aparatos
- Crear una experiencia natural y útil, no solo innovadora
- Construir confianza en un objeto que escucha y ve sin mostrar nada
Además, el escepticismo del público ante los dispositivos "siempre encendidos" es legítimo. En una era donde la privacidad es cada vez más valorada, ¿cómo se sentirá el usuario llevando un micrófono y una cámara al cuello?
eleconomista