Descalabros y batacazos

Kurt Tucholsky, que vio cómo los nazis quemaban sus libros en la plaza pública, practicaba un sarcasmo cabaretero que no impidió que, no se sabe si por desesperación o por accidente, muriera a causa de una sobredosis de somníferos. Pacifista y antimilitarista –no siempre es lo mismo–, es el autor de frases como: “Alemania tiene una singularidad anatómica: escribe con la mano izquierda, pero actúa con la mano derecha”. La editorial Acantilado ha publicado alguno de sus libros, que nos recuerdan que no todo el mundo se calló ante el ascenso del nazismo y que, en situaciones de caos social e institucional, tener razón es más un lastre electoral que una ventaja.

Invitados colocan flores en el Memorial del Muro durante la ceremonia central de conmemoración del 35.º aniversario de la caída del Muro de Berlín
AFPEl domingo, los primeros análisis post-electorales en Alemania coincidían, desde Berlín, en proclamar un cambio de época y compararlo, por trascendencia e incertidumbre, con la caída del muro. No sabemos si estos diagnósticos aciertan, precisamente porque la incertidumbre actual se alimenta de la explotación perversa del desconcierto. ¿Acertaron los analistas de la caída del muro en 1989 o confundieron las expectativas con la realidad? En los programas especiales de RAC1 y Catalunya Ràdio, los expertos recordaban que los electores más jóvenes ya no comulgan con las formas de comunicación de sus antepasados y que hoy es más importante TikTok que controlar los medios públicos. También subrayaban la importancia de una derecha de tradición cristiana y humanística con principios que les impide pactar con prosélitos del racismo y la intolerancia. La teórica moderación de los partidos que pueden pactar un nuevo gobierno deberá tener en cuenta que, en los extremos, la coincidencia entre unos y otros es la singularidad –quien esté libre de pecado que tire la primera piedra– prorrusa.
Aún hay quien cree que la moderación le ganará la batalla a los extremismosEste abismo generacional también influyó en el ascenso de los que, en tiempos de Tucholsky, corrompieron los fundamentos democráticos hasta imponer un fanatismo que inspira el fanatismo actual. Hoy diagnosticamos esta mutación confiando en que el rigor racional y el sentido común le ganarán la batalla a la impunidad de unas mentiras que, por desgracia, no son patrimonio de un único bando. A nivel lingüístico, los medios coinciden en definir los resultados de los socialdemócratas como descalabro y batacazo en castellano y, en catalán, patacada y daltabaix. La etimología de descalabro es la más perturbadora: viene del latín descalaverare, que significa “dejar sin calavera”.
Lee tambiénMientras tanto, el PSOE andaluz celebra su decimoquinto congreso con la habitual exhibición de euforia incondicional. El partido tiene la ambición de ganarle la batalla al PP de Juanma Moreno Bonilla, que no es exactamente lo mismo que el PP de Alberto Núñez Feijoo (ayer patinó con Ana Rosa). El lema del congreso, “Andalucía por delante”, inspira el sarcasmo de los que, sin perder ni un segundo y con retintín chirigotero, añaden: “Y por detrás”.
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