Europa reacciona, al fin, contra la crueldad de Netanyahu en Gaza

Han tenido que pasar casi veinte meses y más de 50.000 muertos en la franja de Gaza para que Europa haya reaccionado a la crueldad de Benjamin Netanyahu en respuesta a los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre de 2023.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la operación carros de Gedeón, con la que el ejército israelí pretende la invasión total del territorio gazatí, sin importarle las bajas civiles que pueda causar, ni la hambruna que ya ha provocado por su bloqueo a la ayuda humanitaria.
La Unión Europea anunció el lunes su intención de revisar el artículo 2 del Acuerdo de Asociación UE-Israel, referido al respeto a los derechos humanos. 17 de los 27 países de la Unión ya han mostrado su apoyo a esta iniciativa e incluso Reino Unido dio ayer un paso similar al suspender las negociaciones de un acuerdo de libre comercio con Israel, por su "política atroz" en Gaza. Ya era hora de que se produjera una reacción en las democracias occidentales.
"Es necesario ejercer presión para cambiar la situación", decía esta semana Kaja Kallas, alta representante para la Política Exterior de la UE, haciendo de portavoz de una amplia mayoría de los gobiernos europeos. "Iniciaremos el proceso", añadió, "para asegurar el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos". El primer ministro británico, Keir Starmer, también se había mostrado "horrorizado" ante la "intolerable ofensiva en Gaza" y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, había llegado a decir en días pasados que había que reaccionar ante "un estado genocida".
Lo sucedido desde el 7 de octubre de 2023 hasta el día de hoy no deja lugar a dudas sobre la crueldad del gobierno de Israel en respuesta a los ataques de Hamás, que causaron 1.200 muertos y 251 secuestrados. A lo largo de los 594 días siguientes, el ejército hebreo ha encadenado una ofensiva tras otra, destruyendo gran parte de las poblaciones de la franja de Gaza y matando a más de 50.000 personas, la mayoría de ellos civiles. Durante este tiempo, los socios históricos de Israel y las principales organizaciones internacionales se han limitado a pedir mesura a un gobierno que se ha saltado las leyes internacionales en su obsesión por destruir al ejército terrorista de Hamás, sin importarle los efectos colaterales sobre una población de refugiados, con mayoría de mujeres y niños.
Además de los asesinatos de civiles, la población de la franja sufre los efectos del último bloqueo de ayuda humanitaria, que dura ya dos meses, y que según Naciones Unidas, podría causar la muerte de hasta 14.000 bebés en cuestión de días. Según la ONU, más del 90% de la población de Gaza sufre una falta grave de alimentos. "Estamos al borde de una hambruna" por el bloqueo israelí. La respuesta de Netanyahu ha sido autorizar la entrada de un centenar de camiones de los miles que se agolpan en la frontera de la franja, con la intención de que su reparto lo gestione su ejército. Mientras tanto, prosiguen los bombardeos que matan a más de cien personas diarias.
La verdad es que el anuncio de revisar el Acuerdo de Asociación UE-Israel no es más que un primer paso de lo que deberían hacer los gobiernos europeos frente a una escalada bélica a la que se oponen hasta la mayoría de los ciudadanos israelíes. Este acuerdo entró en vigor en junio de 2000, para proporcionar un marco jurídico e institucional adecuado para el diálogo político y la cooperación económica entre ambos. Si se quiere presionar a Netanyahu para que cese esa matanza de civiles en Gaza, deberían adoptarse medidas mucho más duras ante un gobierno que incumple sistemáticamente todos los acuerdos de alto el fuego firmados en el último año y medio.
El ejemplo de España, que ayer consiguió el apoyo parlamentario al embargo de armas de Israel, podría ser una vía interesante para que la Unión Europea, e incluso Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido, presionen a Netanyahu para que frene la matanza. La reforma de la Ley sobre Control de Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, de 2007, fue sometida ayer a votación en el Congreso de los Diputados y pasó el primer filtro con 276 votos a favor. Se inicia ahora un procedimiento en el que puede pasar de todo, pero el mensaje de España a las democracias occidentales ha quedado claro.
Pedro Sánchez se había mostrado reacio a presentar la propuesta a La Cortes, pero la escalada de los últimos meses le ha llevado a dar y el paso y aceptar la proposición de Sumar, que contó con el apoyo de ERC, EH Bildu, Podemos, BNG, PSOE, Junts y PNV. Votaron en contra el PP y Vox. Es difícil de entender que Alberto Núñez Feijóo se mantenga en su "no a todo lo que proponga el gobierno", cuando hasta sus colegas europeos están apoyando las medidas de presión para acabar con las matanzas en Gaza.
Las acusaciones de "antisemitismo" y de estar a favor del terrorismo de Hamás, son cada día más ridículas, ante la ofensiva bélica de Israel y el horror que siembra cada día con sus bombardeos y su bloqueo a la ayuda humanitaria. No hay razones que justifiquen esos asesinatos de civiles, con la excusa de acabar con el ejército de Hamás. Es la hora de dejar de ser cómplices y parar la masacre.
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