PAN, PRI y Morena frenan ley de transporte escolar

En un hecho político poco común, las bancadas del PAN, PRI y Morena en el Congreso de Nuevo León unificaron posturas para rechazar la iniciativa del gobierno estatal que buscaba hacer obligatorio el transporte escolar, por considerarla «hecha al vapor» e inviable.
El Congreso de Nuevo León ha sido testigo de un raro consenso multipartidista. Las bancadas del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Morena, habitualmente enfrentadas, votaron en bloque para rechazar una iniciativa impulsada por el Ejecutivo estatal que pretendía establecer la obligatoriedad del transporte escolar en instituciones de nivel básico.
La razón principal detrás de este rechazo unánime fue la percepción de que la iniciativa estaba mal diseñada y no ofrecía soluciones reales a los problemas de movilidad. Los legisladores de los tres partidos coincidieron en que la propuesta fue elaborada «al vapor», es decir, de manera apresurada y sin un análisis profundo de sus implicaciones.
El punto más criticado fue que la ley, en lugar de resolver el problema, traspasaba la responsabilidad y la carga económica a los padres de familia sin ofrecer un esquema de apoyo claro o una estructura de financiamiento viable.
Durante el debate, los diputados expusieron una serie de fallas prácticas en la propuesta. Las principales dudas que la iniciativa no logró resolver fueron:
- El costo: No se especificaba cómo se financiaría el servicio, dejando abierta la posibilidad de que todo el costo recayera en las familias, lo que para muchas sería insostenible.
- La logística: No se presentó un plan claro sobre cómo se organizaría la logística de rutas, horarios y seguridad para miles de estudiantes en todo el estado.
- La falta de consulta: Varios legisladores, como la diputada panista Claudia Caballero, señalaron que una medida de tal calibre no podía ser impuesta sin antes socializarla y consultar la opinión de los padres, madres y tutores, quienes serían los principales afectados.
«Los legisladores coincidieron en que no hay un plan y solo fue presentada al vapor, además de que afectaría a padres de familia.» – Conclusión del debate en el Congreso.
Este episodio político demuestra que, más allá de las diferencias ideológicas, los legisladores pueden encontrar un terreno común cuando se trata de políticas públicas que consideran perjudiciales o mal planificadas para la ciudadanía. La iniciativa de transporte escolar obligatorio ha quedado, por ahora, en el archivo, a la espera de una propuesta mejor estructurada que sí ofrezca soluciones sin castigar el bolsillo de las familias neoleonesas.
La Verdad Yucatán