Sánchez y Feijóo frente a frente: un asunto personal

¿Cuándo fue la última vez que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo tuvieron una conversación pública mínimamente cordial? En realidad es posible que no se haya producido nunca y en la pendiente por la que rueda a toda velocidad la legislatura seguramente no llegue a ocurrir.
Hay, en lo escuchado y lo visto ayer por la mañana en la tribuna del Congreso –en la sesión de la tarde el talante no fue distinto–, algo que desborda el territorio de la confrontación política para adentrarse en lo personal entre ambos.

Alberto Núlez Feijóo, durante una intervención en el Congreso
Dani Duch“No hay maquillaje que tape que usted es un político destruido montando numeritos de cordero degollado. Usted está como está porqué ha resultado ser un fraude” Alberto Núñez Feijóo
Ha tenido el cuajo de compararse conmigo. ¿Pero con quién está viviendo usted?¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted? Participó a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución y ahora quiere usted ilegalizar su biografía. Allá usted, señoría” Alberto Núñez Feijóo
“Usted ha sostenido todos estos años una gran mentira: no vino a limpiar nada, sino a ensuciarlo todo: su partido, la política y la nación de la que ya no es digno representante” Alberto Núñez Feijóo
Las alusiones del líder del Partido Popular a la familia del presidente del Gobierno constituyen acaso la versión más grosera de esta manera de conducir la conversación pública. Pero el presidente del Gobierno le anduvo a la zaga con su –reiterada hasta el cansancio desde hace meses– alusión a las amistades peligrosas del líder de los populares en Galicia.
Lo más llamativo es que probablemente la inmensa mayoría de los ciudadanos ni tan siquiera saben de qué iba esta bronca más allá de los lindes de lo político.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles
Dani Duch“De todos los que estamos aquí el único que ha mantenido una relación estrecha con un delincuente condenado es usted” Pedro Sánchez
“Toda su candidatura se construye en una gran mentira, señoría, la promesa de una independencia, de una autonomía que no tiene porque es solo un títere de la extrema derecha” Pedro Sánchez
“La triste verdad es que usted lleva 25 años conviviendo, consintiendo y auspiciando las corruptelas de su partido, que es el más condenado por casos de corrupción de la historia democrática de nuestro país. Usted ha medrado a base de taparla corrupción” Pedro Sánchez
En el caso de Feijóo, cuando le preguntó al presidente del Gobierno “¿sabe usted con quien está viviendo, de qué prostíbulos ha vivido usted?” se refería a un negocio de saunas de Madrid del que al parecer el padre de la esposa del presidente, ya fallecido, fue en algún momento contable. La frase del líder del PP sorprendió incluso a los más acostumbrados a las malas maneras que se gastan ahora en la Cámara. Fuentes del partido explicaron después que llevaban tiempo con esa bala en la recámara y que ahora, cuando ha estallado el asunto del acoso sexual en la casa socialista había llegado el momento de soltarlo. Y añadían: que lo desmientan si pueden.
En el caso de Sánchez, la alusión a las relaciones con delincuentes de Feijóo se remitía al viejo álbum de fotografías de Alberto Núñez Feijóo junto al traficante Marcial Dorado en unas agradables vacaciones en Galicia. Una vieja historia asegura que esa foto fue difundida en su día por alguien del propio partido de Feijóo para evitar que el hoy líder del PP tomara el tren en Galicia para viajar a Madrid y hacerse cargo del partido tras la caída de Mariano Rajoy en 2018. Tal vez esas fotos lo evitaron en 2018, pero es evidente que no lo impidieron cuatro años después durante la defenestración de Pablo Casado tras perder la batalla con Isabel Díaz Ayuso.
Tal vez una de las claves de una inquina fuera del reglamento entre el líder del PP y del PSOE radica precisamente en el carácter personalista que ha adquirido la dirección política. Sánchez es un líder sin recambio en su tropa, y Feijóo acaba de terminar la configuración de su liderazgo en el congreso del pasado domingo.
En esta picadora del prestigio de la política caben incluso los viajes al pasado como el que protagonizó el presidente del Gobierno en su repaso a la honradez de los antiguos presidentes en el que casi puso a la misma altura a los presidentes Aznar y Rajoy con el hasta hace bien poco intocable Felipe González.
La sesión de ayer fue asombrosa en muchas cosas pero esta última dejó a más de uno anonadado, no tanto por la mayor o menor gravedad de lo dicho como por el momento político que describen.
Todo se está llevando muy al límite.
lavanguardia