Ya ves, querido gecko: todavía hay cosas bonitas en la televisión.

Nunca te duermas en una montaña de cerezas frescas. Sí, suena tentador, pero créeme: los riesgos superan con creces los beneficios. Pregúntale al geco morisco que vive en Tilburgo desde ayer. Hasta hace poco, probablemente estaba en algún lugar del sur de Europa, bajo el sol, pero ahora ese ingenuo está en cuarentena en el Dierenpark de Oliemeulen. Lo encontraron entre un cargamento de fruta, en un centro de distribución de Jumbo en Veghel. Allí, el personal capturó al pequeño polizón en un contenedor de cerezas vacío.

El empleado del zoológico que contó la historia el martes en Brabant Vandaag (Omroep Brabant) mostró el vehículo improvisado a la cámara. En ese objeto transparente, el geco había estado reflexionando sobre su error, o quizás toda su vida, con la vista puesta en las paredes de la ambulancia. Si hubiera sabido leer, habría visto el siguiente texto en el cartel de su nuevo hogar tras salir del vehículo: "Dierenpark de Oliemeulen. El zoológico más extraño de los Países Bajos". Si tan solo se hubiera mantenido alejado de esa fruta...

Pero ya es tarde para arrepentimientos, y ahora que el geco ya está aquí, me gustaría darle la bienvenida. Bienvenido a los Países Bajos, pobrecito. Lo mínimo (¿o más?) que puedo hacer por ti es ponerte al día con lo que hay en la tele. Quizás eso te ayude a sobrellevar la cuarentena, que durará entre sesenta y noventa días. Imagino que te vendría bien una buena distracción.

Por eso pasaré por alto que no se puede ver un programa de entrevistas sin que toda la mesa, incluido el presentador, ataque unánimemente a GroenLinks-PvdA. Y esto lleva ya unos días. Me temo que la gente con opiniones diferentes está acabada. Lo que me conmueve de nuevo —intento mantenerte un poco optimista, querido geco, al principio de tu cuarentena— es la preocupación que de repente muestran los invitados, en su mayoría de De Telegraaf , por el futuro del partido de izquierdas.

Llama la atención, en cualquier caso, que se hable casi exclusivamente con ellos y con los miembros dimitidos. Pero eso también lo deja claro: si has visto un episodio de un programa de entrevistas de SBS6 o WNL sobre este tema (o simplemente has leído De Telegraaf ), no necesitas ver el resto. Si lo haces a diario, con el tiempo acabarás hablando con gecos. Pero eso puede ser un problema mayor para mí que para ti.

Aprendiendo a afrontar el miedo

¿Qué puedes hacer con el tiempo que te queda si te saltas estos programas? Vuelve a ver "Terapia (HUMAN)", por ejemplo; si necesitas un programa donde las personas reflexionen sobre lo que hacen desde dentro, en lugar de sobre lo que piensan de todo lo demás. El último episodio de la segunda temporada se emitió el lunes por la noche, pero puedes ver la serie completa en NPO Start.

La serie sigue las sesiones de cinco terapeutas con diferentes áreas de especialización (un psicólogo infantil, un psiquiatra especializado en psicosis, etc.) con sus pacientes. Estos pacientes permanecen anónimos: permanecen fuera de pantalla y su participación en la conversación es recreada por actores de voz. Sin embargo, cada episodio presenta a una celebridad que habla abiertamente sobre sus propias experiencias con la terapia. En el último episodio, fue el presentador Max Terpstra, quien estaba tan afectado por su fobia a los vómitos que evitó los lugares públicos durante un tiempo. En terapia, aprendió a gestionar su miedo de forma saludable y a comprender su origen. Ahora incluso podía hablar de ello en televisión.

Ya ves, querido geco: todavía hay cosas bonitas en la tele. Solo que hay fases en las que hay que buscarlas con más ahínco. Y, siendo sincero: en ese sentido, has elegido un momento difícil para tu fatídica siesta.