Bogusław Chrabota: El nuevo presupuesto de la Unión Europea. Polonia se enfrenta a una perspectiva difícil.
Según datos oficiales del Ministerio de Finanzas, a finales de diciembre de 2023, nuestro país había recibido 245.500 millones de euros del presupuesto de la UE, mientras que solo había pagado 83.700 millones de euros como cuota de membresía. Esto significa que fuimos uno de los mayores beneficiarios netos de la comunidad en su historia, recibiendo 161.600 millones de euros en dos décadas. En los últimos años, también hemos encabezado la lista de transferencias del presupuesto de la UE (por ejemplo, en 2021, representó el 13,3% de las transferencias brutas, mientras que Francia, España e Italia recibieron el 12% cada uno). Las transferencias no son el único beneficio de pertenecer a la Unión. El mercado común, la libertad de movimiento, el empleo, los proyectos educativos europeos y el mecanismo de credibilidad de la inversión son igualmente importantes . Gracias a todos estos instrumentos comunitarios, Polonia ha experimentado un avance histórico sin precedentes en las últimas dos décadas, convirtiéndose en uno de los líderes de la Unión desde un país con aspiraciones.
¿Seguiremos siendo beneficiarios netos?¿Seguirá siendo así durante las próximas décadas, aunque algunos de estos factores de crecimiento desaparezcan? La pregunta cobra especial relevancia en el contexto de la nueva perspectiva presupuestaria de la UE para 2028-2034 . Se sabe desde hace tiempo que los mayores beneficiarios netos se convertirán en contribuyentes. Esto es normal cuando se alcanzan ciertos parámetros de crecimiento. Además, la propia Unión está cambiando. Sus prioridades. Por ejemplo, los Fondos Estructurales serán cada vez menos importantes (hasta ahora, la financiación de proyectos estructurales representaba el 65 % de las transferencias), mientras que el gasto en seguridad o la competitividad tecnológica de la comunidad será cada vez más importante. Desafortunadamente, esta pregunta se traslada a la política polaca. La condición de contribuyente neto puede desencadenar una ola de euroescepticismo, en nombre de la creencia de que perderemos el beneficio más importante de pertenecer a la comunidad. Sus oponentes (lo cual, por cierto, no es un problema exclusivamente polaco) argumentarán que la Unión está contribuyendo al agotamiento de la riqueza nacional, que estamos pagando innecesariamente de más a otros. ¿Será así? No necesariamente.
¿Qué noticias llegan desde Bruselas?La información no oficial de Bruselas sobre las previsiones presupuestarias para el período 2028-2034 es bastante optimista. La Política Agrícola Común, que nos beneficia, se mantendrá . Los Fondos Estructurales seguirán estando disponibles. Sin embargo, cabe aclarar que, para mantener la condición de beneficiario neto, será necesario esforzarse más que antes, por ejemplo, mediante una solicitud más profesional para participar en proyectos paneuropeos. Este es un reto, sobre todo, para quienes ostentan el poder. Deben crear mecanismos de apoyo, tanto para la generación de objetivos como para los instrumentos de apoyo a los solicitantes. Garantizar la eficacia de su funcionamiento. Y explicar, explicar sin cesar, a pesar de los populistas que se afanan por el poder, que la Unión es nuestra gran oportunidad, que no se puede desaprovechar, que no hay un camino más favorable para Polonia hoy en día.
RP