¿El cáncer colorrectal está relacionado con la obesidad?

El cáncer colorrectal (CCR) es una enfermedad con una alta incidencia y tasa de mortalidad, tanto en Europa como a nivel mundial. En Portugal, es el cáncer más común, la segunda causa principal de muerte por cáncer y la sexta causa principal de muerte en general.
El CCR presenta múltiples factores de riesgo, algunos de los cuales no son modificables, como el sexo, los antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos, o la presencia de enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, otros factores de riesgo sí son modificables y se estima que representan entre el 70 % y el 90 % de los casos de CCR. Estos factores están relacionados con la dieta y el estilo de vida, incluyendo el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol, así como una dieta rica en carnes procesadas o rojas y baja en verduras y frutas, un patrón alimentario también asociado con la obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente hay 650 millones de adultos con sobrepeso (índice de masa corporal [IMC] superior a 25 kg/m²) en el mundo. En Portugal, el 67,6 % de la población tiene sobrepeso y el 28,7 % de los adultos de entre 25 y 74 años son obesos (IMC ≥ 30 kg/m²).
La obesidad se reconoce como un factor de riesgo importante para el CCR. En comparación con las personas con peso normal, las personas obesas tienen entre un 7 % y un 60 % más de riesgo de desarrollar CCR, siendo esta asociación más fuerte para el cáncer de colon que para el cáncer de recto. La relación es directa e independiente: por cada 2 kg/m² de aumento en el IMC, el riesgo de CCR aumenta un 7 %. Este riesgo es más pronunciado en los varones: por cada 5 kg/m² de aumento en el IMC, el riesgo de CCR aumenta un 24 % en hombres y un 9 % en mujeres. Es importante destacar que este aumento del riesgo comienza temprano, presentándose en niños obesos a los 7 años de edad y en adultos jóvenes.
El riesgo de CCR está especialmente asociado a la grasa visceral, evaluada principalmente por la grasa intraabdominal: cada aumento de 2 cm en la circunferencia de la cintura se traduce en un aumento del 4% en el riesgo de CCR.
La relación fisiopatológica entre la obesidad y el cáncer es compleja y multifactorial, e incluye desregulación metabólica (como la resistencia a la insulina), inflamación sistémica crónica de bajo grado y cambios hormonales. También se cree que la microbiota intestinal desempeña un papel relevante en esta asociación.
El tratamiento del CCR en personas obesas presenta desafíos técnicos adicionales, especialmente en el abordaje quirúrgico. Además de aumentar la incidencia de la enfermedad, la obesidad también se asocia con mayores tasas de recurrencia y mortalidad. Las personas con mayor IMC y mayor cantidad de grasa visceral presentan una menor supervivencia global. Asimismo, la mortalidad por CCR aumenta progresivamente con la presencia de factores de síndrome metabólico, como diabetes mellitus, hipertensión arterial o dislipidemia, frecuentemente asociados con la obesidad.
Destaca también la obesidad sarcopénica, caracterizada por la reducción de la masa muscular esquelética en individuos obesos, condición especialmente grave en el contexto oncológico, asociada a un peor pronóstico y que requiere un diagnóstico precoz.
Afortunadamente, estudios recientes han demostrado que la cirugía bariátrica con pérdida de peso sostenida reduce el riesgo de CCR, demostrando que esta relación de riesgo puede modificarse.
Por ello, es imperativo actuar tempranamente, promoviendo estilos de vida y hábitos alimentarios saludables desde la infancia, como estrategia fundamental para reducir la incidencia y mortalidad no sólo del CCR, sino también de todas las enfermedades asociadas a la obesidad.
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