En el Archipiélago de la Música, Escenarios y Calles de Cabo Verde, en Loulé

El criollo se escucha en las sinuosas calles del centro histórico. En una de ellas, una pared con motivos coloridos evoca el Centro Nacional de Arte, Artesanía y Diseño (CNAD), inaugurado en Mindelo en 2022. Se accede por un hermoso pasillo y se llega al Claustro del Convento de Espírito Santo. A la izquierda, una señora elabora artesanías. A la derecha, la gente come cachupa y bebe grogue. En el centro, se ven concertinas, ferrinhos y cuerpos negros bailando.
Nos encontramos en el "patio" de Cabo Verde, en Loulé, una especie de nueva isla en el archipiélago, en el contexto del Festival MED . En ese espacio específico se puede explorar la gastronomía, la artesanía, asistir a talleres de cestería, participar en momentos de danza e incluso descubrir el teatro tradicional.
El 5 de julio Cabo Verde celebra 50 años de independencia y el MED decidió celebrar este momento destacando el archipiélago.
Si hay algo que ha marcado la vida de las islas en las últimas décadas, es la música. Si vas a Mindelo, Santiago o Fogo, por ejemplo, está en todas partes. Marca el ritmo de los días, de los movimientos de la gente, dándoles sentido y sustancia. No reemplaza el aire que respiramos, pero casi. Así era hace 50 años. La música jugó un papel fundamental en el proceso de independencia, en los años previos a 1975 y, especialmente, en los posteriores.
Los mítines políticos o las sesiones informativas públicas solían incluir actuaciones en vivo de grupos emblemáticos de la época. También era común que estas sesiones terminaran en fiestas de baile. La música servía como fuerza unificadora y medio para transmitir ideas políticas. La mayoría de las veces, no de forma declarada ni directa, pero esta pasión política estaba presente. Grupos históricos, aún activos hoy en día, como Os Tubarões, Ferro Gaita o Bulimundo, participaron en estas dinámicas.
Dos de ellos, Os Tubarões —con Dino d' Santiago— y Ferro Gaita, estarán en Loulé. No es casualidad. Tantos años después, lo que siempre transmiten es más relevante que nunca. Las nuevas generaciones, en Cabo Verde, Portugal o en el extranjero, les rinden homenaje, citándolos como influencia. En Portugal, desde Dino hasta Fogo Fogo, desde Scúru Fitchádu hasta Fidju Kitxora, hay muchos ejemplos.
Pero como la música caboverdiana es rica y diversa —morna, coladeira, funaná, batuque, vals, kutchi pó y otros géneros—, naturalmente habrá mucho más que escuchar. Este miércoles, día de la recepción, tuvo lugar el primer momento.
Fue la voz de Ceuzany , caboverdiana de origen senegalés, la que se hizo oír, acompañada de su banda, entrando enérgica, volcánicamente, con coladeiras, para entrelazar este swing inicial vigoroso, con mañanas y momentos más tranquilos.
Pero claro, el festival, al igual que el país invitado, es un archipiélago de música, escenarios y calles sinuosas, así que habrá mucho más por descubrir con Vieux Farka Touré, Queen Omega, Congos, Sílvia Péres Cruz & Salvador Sobral, Carminho, A Garota Não y muchos otros. Hasta el domingo. Esto ni siquiera ha empezado.
CRÓNICA #1 de Vítor Belanciano
Barlavento