Los microplásticos alteran la flora intestinal y la vinculan con el cáncer y la depresión

Las partículas de plástico alteran el equilibrio de la microflora intestinal
Un nuevo estudio presentado en la Semana Internacional de Gastroenterología ha demostrado por primera vez en un modelo humano que los microplásticos pueden alterar directamente la composición y la actividad metabólica del microbioma intestinal. Los investigadores descubrieron que algunos de los cambios inducidos por el plástico imitan sorprendentemente patrones característicos de la depresión y el cáncer colorrectal, lo que sugiere consecuencias potencialmente graves para la salud de millones de personas.

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Un avance científico presenta un panorama inquietante del impacto de los microplásticos en el microbioma intestinal, un elemento fundamental para la salud humana. Los investigadores utilizaron un enfoque innovador: crearon cultivos de microbioma intestinal a partir de muestras de voluntarios sanos. Estos modelos microscópicos de intestino humano se expusieron a los cinco tipos más comunes de microplásticos: poliestireno, polipropileno, polietileno de baja densidad, polimetilmetacrilato y tereftalato de polietileno. Las concentraciones de partículas se compararon con la exposición humana real esperada, y también se probaron dosis más altas para estudiar los posibles efectos acumulativos.
Los resultados fueron inequívocos: aunque el recuento celular bacteriano general se mantuvo sin cambios, la actividad metabólica del microbioma experimentó cambios significativos. Todos los cultivos tratados con microplásticos mostraron un aumento sostenido y significativo de la acidez. Esto proporcionó la primera evidencia directa de que las partículas plásticas alteran la función microbiana. Análisis genéticos posteriores revelaron cambios aún más específicos. La composición de las comunidades bacterianas comenzó a cambiar según el tipo de microplástico: algunos grupos bacterianos se volvieron dominantes, mientras que otros declinaron. Cambios particularmente notables afectaron a familias clave para la digestión y la salud intestinal, como Lachnospiraceae, Oscillospiraceae y Ruminococcaceae.
Los científicos han documentado cambios en la producción bacteriana de diversos metabolitos (sustancias químicas esenciales para el organismo). Distintos tipos de plástico afectaron los niveles de ácidos valérico y 5-aminopentanoico, lisina y ácido láctico, lo que explicó en parte la acidificación observada. El descubrimiento más alarmante fue que algunos de los cambios en la composición microbiana inducidos por los microplásticos imitaron con precisión patrones previamente asociados con el desarrollo de enfermedades como la depresión y el cáncer colorrectal.
"Esto no prueba una relación directa de causa y efecto, pero sí apunta a un mecanismo potencial por el cual la contaminación plástica ambiental puede aumentar indirectamente el riesgo de enfermedades graves", aseguran los expertos.
Al comentar sobre los posibles mecanismos, el autor del estudio, Christian Pacher-Deutsch, explicó que los microplásticos pueden crear un entorno fisicoquímico único que favorece a algunas bacterias e inhibe a otras. Por ejemplo, se pueden formar biopelículas en partículas de plástico, convirtiéndose en una especie de "isla flotante" para ciertos microbios. Además, los plásticos suelen contener aditivos químicos que pueden afectar directamente el metabolismo bacteriano, provocando que produzcan más ácidos como respuesta al estrés.
"La conclusión clave es que los microplásticos sí afectan a nuestro microbioma", concluye Pacher-Deutsch. "Aunque es demasiado pronto para hacer afirmaciones definitivas sobre sus efectos en la salud, reducir la exposición a los microplásticos siempre que sea posible es una precaución sensata e importante para todos".
mk.ru