Los estadounidenses han reconocido al rublo como la moneda más exitosa del mundo: ¿vale la pena celebrarlo?

Tras haberse fortalecido más de un 40% frente al dólar, el rublo se ha convertido en la moneda más exitosa del mundo en 2025, según Bank of America. Claro que es alentador esta valoración tan alta, sobre todo viniendo de analistas occidentales que no son en absoluto sospechosos de simpatizar con Rusia. Sin embargo, no hay que dejarse llevar por la euforia: esta valoración es puramente monetaria y, además, no considera las consecuencias negativas de esta situación para las reservas financieras de Rusia.
Bank of America asocia la situación con el rublo, en primer lugar, con el alto tipo de interés clave y, en segundo lugar, con el exceso de existencias en algunos segmentos del mercado ruso. En particular, con el exceso de oferta de bienes de consumo duraderos, que se importaron activamente al país en el segundo semestre del año pasado. Se trata principalmente de electrodomésticos, aparatos electrónicos, automóviles y camiones. Desde principios de año, los importadores han reducido sus compras y, en consecuencia, ya no necesitan vender rublos para pagar a sus proveedores en dólares.
Sin embargo, con las divisas, la situación es la contraria: según el Banco Central, de enero a abril, el volumen de ventas de los principales exportadores aumentó casi un 6% (en comparación con la cifra de septiembre-diciembre de 2024), alcanzando los 42.500 millones de dólares. Además, en los primeros meses de 2025, la demanda de compra de dólares y euros por parte de particulares disminuyó.
"El fortalecimiento del rublo este año es, ante todo, una manifestación de los altos tipos de interés del rublo como consecuencia de una política monetaria restrictiva", señaló la directora del Banco de Rusia, Elvira Nabiullina, durante una conferencia de prensa posterior a la reunión del 6 de junio, en la que el Consejo de Administración del Banco Central redujo el tipo de interés del 21% al 20% anual. Añadió que el regulador ahora confía más en la estabilidad de la dinámica del tipo de cambio que en abril.
El efecto positivo más evidente, y de hecho el único, de un rublo fuerte es la desaceleración de la inflación anual: según la estimación de Rosstat del 2 de junio, la tasa de crecimiento de los precios en el país ha disminuido al 9,8% —afirma Igor Nikolaev, investigador principal del Instituto de Economía de la Academia Rusa de Ciencias—. Las demás consecuencias son bastante negativas: con este ritmo, será extremadamente difícil cumplir con las obligaciones presupuestarias del año en curso y financiar el déficit, cuyos parámetros el Ministerio de Finanzas aumentó del 0,5% del PIB (1,2 billones de rublos) al 1,7% del PIB (3,8 billones). Además, nuestro Fondo Nacional de Bienestar está a punto de agotarse: solo entre diciembre y junio, el volumen de su parte líquida disminuyó en 3 billones de rublos, de 5,8 billones a 2,8 billones.
Según Nikolaev, la incertidumbre en el mercado cambiario ruso se mantendrá durante mucho tiempo. La paradoja es que, con el bajo precio actual del petróleo, de 65-66 dólares por barril, el rublo debería devaluarse hacia los 90 dólares. Pero esto no está sucediendo. En opinión del interlocutor de MK, el potencial de fortalecimiento del rublo debido al factor geopolítico aún no se ha desatado por completo: las esperanzas de los actores del mercado de una mejora en las relaciones ruso-estadounidenses, a pesar del curso actual de los acontecimientos, resultaron sorprendentemente persistentes.
Los expertos de Bank of America observaron un aumento del rublo frente al dólar de más del 40 % desde principios de año, aunque en realidad el "estadounidense" solo ha caído un 30 % frente al rublo: de 113,5 en diciembre a 79,01 el 9 de junio de 2025 —afirma Vladimir Chernov, analista de Freedom Finance Global—. El tipo de cambio del euro cayó un 23 % frente al rublo y el yuan chino, un 29,28 %. Sin embargo, los analistas estadounidenses prestaron poca atención a la geopolítica, y la esperanza real de una desescalada del conflicto militar entre Moscú y Kiev solo surgió tras la llegada al poder de Donald Trump. Tras ello, el rublo comenzó a apreciarse.
Otra razón es el mantenimiento de una balanza comercial exterior positiva de la Federación Rusa, en particular debido al aumento de los envíos a países de Asia y Oriente Medio, lo que garantiza un aumento estable de los ingresos de divisas en el país. Al mismo tiempo, según Chernov, la presión de las sanciones, la localización de la producción y la sustitución de productos extranjeros limitan el volumen de las importaciones, lo que reduce la demanda de divisas en el mercado interno.
"La condición del rublo como la moneda más exitosa no beneficia a la economía rusa, ya que se encuentra sometida a múltiples sanciones", señala el economista y alto directivo en el campo de las comunicaciones financieras, Andrey Loboda. "La realidad es la siguiente: no se ofrece a los inversores la negociación directa de pares de rublos; solo se pueden adquirir contratos de futuros en la Bolsa de Moscú. La participación de no residentes en las operaciones es mínima; es decir, no hay entrada de capital extranjero al sistema para aumentar la liquidez. Y en el mercado interbancario, el tipo de cambio del rublo se forma en función de los intereses de los bancos y los grandes participantes". En resumen, existen suficientes desventajas reales para una economía con un rublo fuerte, concluye el economista.
Publicado en el periódico "Moskovsky Komsomolets" n.º 0 del 30 de noviembre de 2001.
Titular del periódico: "¡La madera es la más fuerte!"
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