¿Qué pasó con nuestros primos? Aquí está la enorme diferencia entre nosotros.

El estudio se realizó en colaboración con el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón) y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania). «La ADSL es una de las pocas enzimas que se ha visto afectada por los cambios evolutivos en nuestros ancestros», afirmó Svante Pääbo, genetista ganador del Premio Nobel que participó en la investigación.
La enzima ADSL consta de 484 aminoácidos. La valina se encuentra en la posición 429 de esta cadena en los humanos modernos, mientras que la alanina se encuentra en los neandertales y los denisovanos. Esta pequeña diferencia podría haber tenido importantes consecuencias evolutivas.
Los investigadores descubrieron que la variante humana moderna del ADSL era más inestable, se degradaba con mayor rapidez en las células y presentaba menor actividad. Estos hallazgos también se habían observado previamente en células cultivadas en laboratorio.
¿POR QUÉ SÓLO RATAS HEMBRAS?El nuevo estudio utilizó ratones modificados genéticamente. Las hembras con el gen ADSL humano moderno tuvieron más éxito que otros ratones en aprender a alcanzar el agua con señales específicas de luz y sonido. Esto sugiere que la variante moderna podría tener un efecto en el aprendizaje o la motivación.
Sin embargo, esta diferencia solo se observó en ratones hembra. No se observó un cambio similar en ratones macho, lo que indica la complejidad de los efectos conductuales. «No está claro por qué solo las hembras obtuvieron una ventaja», afirmó Izumi Fukunaga.
Los investigadores señalan que las mutaciones en el gen ASDL ocurren con mayor frecuencia en los genomas humanos modernos que simplemente acumulándose aleatoriamente a lo largo del tiempo, lo que podría haber proporcionado una ventaja evolutiva. Sin embargo, a pesar de los beneficios de esta mutación, también se sabe que puede provocar problemas como discapacidad intelectual y dificultades del lenguaje debido a la deficiencia del ADSL.
Si bien los hallazgos son prometedores, el paleoantropólogo Mark Collard, quien no participó en la investigación, señaló que estos resultados no aportan nada definitivo sobre la evolución humana por el momento. Sin embargo, afirmó que estudios como este en ratones podrían sentar las bases para futuras investigaciones sobre la evolución del cerebro y el comportamiento humanos.
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