¡Una de las mayores fuentes de contaminación plástica son los neumáticos de los vehículos!

Cada pocos años, las llantas de tu auto se desgastan y necesitan ser reemplazadas. Entonces, ¿adónde va este caucho perdido? La respuesta suele ser a las vías fluviales. Las diminutas partículas microplásticas que se desprenden del caucho sintético de las llantas contienen sustancias químicas que pueden transmitirse a peces, cangrejos e incluso a los humanos que las consumen.
Como químicos analíticos y ambientales, estamos trabajando en formas de eliminar estos microplásticos (y los químicos tóxicos que contienen) antes de que lleguen a los cursos de agua y a las criaturas acuáticas que viven allí, informó Popular Science Turkish.
Microplásticos, macroproblemaMillones de toneladas de residuos plásticos llegan a los océanos del mundo cada año. Recientemente se descubrió que las partículas de desgaste de los neumáticos representan aproximadamente el 45 % de todos los microplásticos presentes en sistemas terrestres y acuáticos.
Al rodar por las carreteras, los neumáticos desprenden diminutos microplásticos. La lluvia arrastra estas partículas desgastadas a los desagües, desde donde son arrastradas a arroyos, lagos, ríos y océanos.
En el camino, peces, cangrejos, ostras y otras criaturas acuáticas encuentran con frecuencia estas partículas de neumáticos desgastados en su dieta. Con cada mordisco, los peces consumen sustancias químicas altamente tóxicas que pueden afectarlos tanto a ellos como a las criaturas que los consumen.
Algunas especies de peces, como la trucha arcoíris, la trucha marrón y el salmón plateado, están muriendo a causa de sustancias químicas tóxicas relacionadas con las partículas de neumáticos desgastados.
Los investigadores descubrieron que más de la mitad del salmón plateado que regresó a los arroyos del estado de Washington en 2020 murió antes de poder reproducirse, en gran parte debido al químico 6PPD-Q. Este químico, derivado del 6PPD, se añade a los neumáticos para prevenir su descomposición.
Pero los efectos de las partículas de neumáticos desgastados no se limitan a los organismos acuáticos. Las personas y los animales pueden estar expuestos a partículas de neumáticos en el aire, especialmente quienes viven a lo largo de las carreteras principales.
Un estudio realizado en China detectó la misma sustancia química, 6PPD-Q, en la orina de niños y adultos. Si bien aún se investigan los efectos de esta sustancia en el cuerpo humano, investigaciones recientes sugieren que la exposición a esta sustancia puede dañar múltiples órganos, como el hígado, los pulmones y los riñones.
En Oxford, Misisipi, EE. UU., identificamos más de 30 000 partículas de neumáticos desgastados en 24 litros de agua de lluvia recogida en carreteras y aparcamientos tras dos tormentas. Sospechamos que esta cifra podría ser mucho mayor en zonas de alto tráfico.
El Consejo Interestatal de Tecnología y Regulación ha recomendado que se identifiquen y utilicen alternativas al 6PPD-Q en neumáticos para 2023 con el fin de reducir su presencia en el medio ambiente. Sin embargo, los fabricantes de neumáticos afirman que aún no se han encontrado alternativas adecuadas.
¿Qué pueden hacer las personas para reducir el daño?En la Universidad de Mississippi, estamos experimentando con formas sustentables de eliminar los restos de neumáticos desgastados de los cursos de agua utilizando materiales naturales accesibles y de bajo costo derivados de desechos agrícolas.
La idea es simple: capturar partículas de neumáticos desgastados antes de que lleguen a arroyos, ríos y océanos.
En un estudio reciente en nuestros sitios de prueba en Oxford, descubrimos que las astillas de madera de pino y el biocarbón (una forma de carbón vegetal creado al quemar cáscaras de arroz en una cámara con oxígeno limitado, un proceso llamado pirólisis) pudieron capturar alrededor del 90% de las partículas de neumáticos desgastados en el agua de escorrentía.
El biocarbón es un material ampliamente reconocido para la eliminación de contaminantes del agua gracias a su gran superficie y poros, abundantes grupos de enlaces químicos, alta estabilidad, alta capacidad de adsorción y bajo costo. También se ha demostrado que las astillas de madera eliminan contaminantes gracias a su rica composición de compuestos orgánicos naturales. Otros científicos también han utilizado arena para filtrar microplásticos, pero su tasa de eliminación sigue siendo baja en comparación con el biocarbón.
Diseñamos un sistema de biofiltración con biocarbón y virutas de madera en un traje filtrante y lo instalamos en la boca de un desagüe. Posteriormente, recolectamos muestras de escorrentía pluvial durante dos meses y medimos la concentración de partículas de neumáticos desgastados antes y después de la instalación de los biofiltros durante dos tormentas. Descubrimos que la concentración de partículas de neumáticos desgastados disminuyó significativamente tras la instalación del biofiltro.
La singular naturaleza alargada y puntiaguda de las partículas de neumáticos desgastados facilita que queden atrapadas en los poros de estos materiales durante una tormenta. Incluso las partículas más pequeñas de neumáticos desgastados quedaron atrapadas en esta intrincada red.
Uso futuro de filtros de biomasaCreemos que este enfoque tiene un gran potencial para su uso a gran escala para reducir la contaminación por partículas de neumáticos desgastados y otros contaminantes durante las fuertes lluvias.
Dado que el biocarbón y las astillas de madera se pueden obtener a partir de desechos agrícolas, son relativamente baratos y están fácilmente disponibles para la población local.
Se necesitarán estudios de monitoreo a largo plazo, especialmente en entornos de alto tráfico, para determinar plenamente la eficacia y la aplicabilidad a gran escala de este enfoque. El origen del material de filtrado también es importante. Ha existido cierta preocupación sobre si los residuos agrícolas sin procesar, que no han sido sometidos a pirólisis, liberan contaminantes orgánicos.
Como la mayoría de los filtros, los biofiltros deben reemplazarse con el tiempo (y los filtros usados deben desecharse adecuadamente) porque los contaminantes se acumulan y los filtros se deterioran.
Los residuos plásticos dañan el medio ambiente, los alimentos y, potencialmente, la salud humana. Creemos que los biofiltros fabricados con residuos vegetales podrían ser una solución eficaz, relativamente económica y respetuosa con el medio ambiente.
Cumhuriyet