Precios más altos, apagones rotativos: el noroeste se prepara para los efectos del lento impulso a la energía verde

Durante una tormenta invernal en enero de 2024, por ejemplo, el noroeste apenas tenía suficiente energía para satisfacer la demanda, ya que los propietarios encendieron sus calentadores eléctricos y los precios de la energía se dispararon a más de 1000 dólares por megavatio-hora, o 18 veces más que el precio habitual. Las líneas eléctricas estaban tan congestionadas que los propietarios de la red de transmisión ganaron 100 millones de dólares adicionales vendiendo el acceso al mejor postor.

Varias empresas de servicios públicos estaban operando en estado de emergencia durante la tormenta, preparándose para cortes de energía rotativos.

La tormenta “marcó un punto de inflexión y demostró lo cerca que está la región de una crisis de suficiencia de recursos”, escribió Western Power Pool, una organización regional de servicios públicos, en su evaluación del evento.

Picos de precios como este son una de las razones por las que los clientes de las principales empresas de servicios públicos de Oregón están pagando un 50% más en sus facturas de electricidad que en 2019. El número de clientes de servicios públicos desconectados el año pasado por falta de pago se disparó a 70.000, la cifra más alta registrada.

Los meteorólogos predicen que los períodos de clima extremo en el Noroeste sólo traerán más problemas en el futuro: la amenaza de apagones rotativos dentro de la década si continúan las tendencias energéticas actuales de la región.

La energía eólica, solar y otras energías renovables son las únicas formas de energía que pueden añadirse para resolver el problema, gracias a los mandatos de energía verde de Oregón y Washington. Sin embargo, se necesitan mejores líneas de transmisión para transportar nuevas fuentes de energía desde las ventosas y soleadas zonas orientales de la región hasta las grandes ciudades al oeste de la Cordillera de las Cascadas.

Los expertos dicen que agregar líneas de transmisión en corredores que actualmente carecen de ellas también permitiría a las empresas de servicios públicos mantener el flujo de energía cuando las tormentas de hielo o los incendios forestales amenacen otras partes de la red.

El mayor propietario de estas líneas de transmisión, la Administración Federal de Energía de Bonneville, ha tardado en invertir en mejoras y en aprobar nuevos proyectos ecológicos hasta que se realicen las mejoras.

La agencia matriz de Bonneville, el Departamento de Energía, se negó a poner a sus funcionarios a disposición para una entrevista, pero Bonneville respondió preguntas escritas.

“El potencial de apagones en el noroeste del Pacífico es increíblemente bajo”, declaró la agencia. “Los planificadores y operadores de la red eléctrica seguirán garantizando la fiabilidad”.

Los legisladores de Washington y Oregón no abordaron el cuello de botella de Bonneville cuando aprobaron los mandatos de energía limpia en 2019 y 2021, como informaron recientemente ProPublica y OPB.

El representante de Oregón Ken Helm, demócrata del área de Portland y promotor de la legislación de 2021, afirmó que la falta de priorización de las líneas de transmisión no era el único defecto de la legislación. Añadió que el proyecto de ley no establecía la rendición de cuentas, al no contemplar sanciones para los servicios públicos que no cumplieran con ciertos plazos para adquirir energía solar o eólica. Helm afirmó que, actualmente, el Proyecto de Ley de la Cámara de Representantes de 2021 es una ley inválida.

“Senadores y representantes como yo, no podemos seguir creyendo en nuestras propias declaraciones de que hemos tenido éxito en promover un futuro con electricidad renovable”, declaró Helm, miembro del Comité de Clima, Energía y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes. “No vamos en esa dirección, y tendremos que tomar medidas para cambiarlo o no ocurrirá nada”.

Algunos legisladores intentaron ponerse al día este año. Los legisladores de cada estado elaboraron planes para que las autoridades estatales de transmisión pudieran financiar mejoras independientemente de las empresas de servicios públicos y de Bonneville. Sin embargo, esos esfuerzos fracasaron.

“Oregón necesita desesperadamente asumir cierto liderazgo en este aspecto”, dijo Nicole Hughes, directora ejecutiva del grupo Renewable Northwest, que aboga por desvincular a la región de los combustibles fósiles.

Se prevé que la situación del Noroeste empeore. Se prevé que la demanda eléctrica de la región se duplique en los próximos 20 años, en gran parte porque los centros de datos, beneficiados con exenciones fiscales tanto en Oregón como en Washington, están impulsando un aumento en el consumo de energía que la región no ha experimentado desde principios de la década de 1980.

Abandonar las leyes de energía renovable de Oregón y Washington no serviría de nada, según la Junta de Servicios Públicos Ciudadanos de Oregón , porque las nuevas centrales eléctricas de combustibles fósiles costarían a los contribuyentes más que la eólica o la solar. Estas centrales seguirían teniendo que lidiar con líneas de transmisión que no tienen espacio para su energía.

Mientras tanto, las empresas de servicios públicos de la región afirman que les gustaría añadir 29.000 megavatios de capacidad de generación en los próximos 10 años, una adición sin precedentes que equivaldría aproximadamente a toda la electricidad que el noroeste consume actualmente. Los proyectos en su lista de tareas pendientes se alimentan íntegramente de energía renovable.

Sin embargo, las empresas de servicios públicos solo añadieron a sus sistemas poco más de la mitad de la energía prevista el año pasado. De hecho, de los 469 proyectos que solicitaron conectarse a la red de Bonneville en la última década, el único que obtuvo la aprobación de la agencia fue en 2022. El crecimiento de la energía verde en 2024 provino de proyectos que comenzaron a buscar una conexión a la red de Bonneville antes de 2015 o que se conectaron a redes de transmisión más pequeñas propiedad de empresas de servicios públicos privadas.

Si las empresas de servicios públicos continúan incumpliendo sus objetivos como lo hicieron en 2024, las proyecciones del Consejo de Coordinación de Electricidad del Oeste sugieren que los residentes pasarán el equivalente a casi un mes al año bajo la amenaza de caídas de tensión (la incapacidad de alimentar todos los circuitos de un hogar) o apagones.

“En los próximos años, podríamos empezar a tener que tomar algunas decisiones difíciles sobre la disponibilidad de electricidad”, afirmó Hughes.

Hughes ha pasado 20 años en la industria de las energías renovables.

Por ahora, dijo, su familia decidió comprar un generador de gas para los momentos en que su casa se queda sin electricidad.