El costo oculto del genio de OpenAI

OpenAI es el ejemplo indiscutible de la revolución de la IA, la empresa que cautivó al mundo con el lanzamiento de ChatGPT. Pero entre bastidores, se libra una batalla desesperada y carísima, y el coste de mantener a los genios de la empresa en plantilla se está volviendo astronómico.
Según un informe reciente de The Information , OpenAI reveló a sus inversores que la compensación en acciones de sus empleados se multiplicó por más de cinco el año pasado, alcanzando la asombrosa cifra de 4400 millones de dólares. Esta cifra no solo es elevada, sino que supera los ingresos totales de la compañía durante el año, representando un asombroso 119 % de sus 3700 millones de dólares en ingresos totales.
Esta es una cifra inaudita, incluso para Silicon Valley. A modo de comparación, la compensación por acciones de Google representó tan solo el 16 % de sus ingresos el año anterior a su salida a bolsa. En el caso de Facebook, fue del 6 %.
¿Qué está pasando? En resumen, OpenAI lucha por su supervivencia en una guerra de talento sin precedentes, y su principal rival, Meta, está a la ofensiva. Mark Zuckerberg ha estado cortejando personalmente a los mejores investigadores de IA con enormes paquetes de compensación, captando con éxito varias mentes clave de los equipos centrales de OpenAI. Según se informa, esto ha provocado una crisis en OpenAI, obligándola a "recalibrar la compensación" y a prometer paquetes salariales aún más gratificantes para evitar una fuga de cerebros catastrófica.
Si bien la compensación basada en acciones no agota inmediatamente las reservas de efectivo de una empresa, sí genera un riesgo importante al diluir el valor de las acciones en poder de los inversores. Cada mil millones de dólares en acciones entregados a los empleados significa que las porciones del pastel que poseen los principales inversores, como Microsoft y otras firmas de capital riesgo, se reducen.
OpenAI intenta presentar esta estrategia como una visión a largo plazo. La compañía proyecta que este enorme gasto se reducirá al 45% de los ingresos este año y por debajo del 10% para 2030. Además, según se informa, OpenAI ha discutido un plan futuro en el que sus empleados poseerían colectivamente aproximadamente un tercio de la empresa reestructurada, y Microsoft también poseería otro tercio. El objetivo es convertir a los empleados en socios con un fuerte compromiso y un gran incentivo para quedarse y desarrollar la empresa.
Pero el "efecto meta" está echando por tierra esas buenas proyecciones. La agresiva contratación y los consiguientes aumentos salariales implican que los costes de OpenAI probablemente se mantendrán altísimos.
Lo que está en juego para OpenAIEsta estrategia financiera de alto riesgo coloca a OpenAI en una situación precaria. La empresa ya invierte miles de millones de dólares al año en la capacidad de procesamiento necesaria para ejecutar sus modelos. Añadir miles de millones más en compensación accionaria ejerce una enorme presión sobre la empresa para aumentar drásticamente sus ingresos y encontrar la forma de alcanzar la rentabilidad antes de que sus inversores se asusten.
Aunque Microsoft parece estar comprometida a largo plazo, otros inversores podrían cansarse de que su participación se diluya tanto. Esto obliga a la empresa a entrar en una cuenta regresiva para obtener una rentabilidad financiera masiva que justifique el coste.
OpenAI se fundó con la misión de desarrollar inteligencia artificial general (IAG) que beneficie a toda la humanidad. Esta costosa guerra de talentos, impulsada por la competencia capitalista, ejerce una enorme presión sobre ese ideal fundacional. Se vuelve más difícil priorizar la seguridad y la ética cuando se gastan miles de millones para evitar que las mentes más brillantes se unan a la competencia.
En definitiva, OpenAI está apostando estos miles de millones para asegurarse de contar con el mejor talento para ganar la carrera por crear la primera superinteligencia real del mundo. Si tienen éxito, el coste financiero parecerá insignificante. Si fracasan, o si un competidor se adelanta, se habrán metido en un aprieto inútil.
OpenAI no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
gizmodo