Japón afirma que China reanudará las importaciones de mariscos japoneses que detuvo por la descarga de agua.

Japón dice que China reanudará las importaciones de mariscos japoneses que prohibió en agosto de 2023 debido al vertido de aguas residuales de la dañada central nuclear de Fukushima Daiichi al mar.
TOKIO -- China reanudará las importaciones de mariscos japoneses que prohibió en 2023 debido a las preocupaciones sobre la descarga de aguas residuales de la dañada planta nuclear Fukushima Daiichi al mar, dijo el viernes un funcionario japonés.
La cuestión ha sido un importante punto de tensión política y diplomática para las cautelosas potencias asiáticas.
El ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, dijo que las dos partes llegaron a un acuerdo después de que funcionarios japoneses y chinos se reunieran en Beijing y que las importaciones se reanudarán una vez que se complete el papeleo necesario.
China no hizo comentarios de inmediato. Bloqueó las importaciones de mariscos japoneses porque, según afirmó, la liberación pondría en peligro la industria pesquera y las comunidades costeras del este de China.
Las autoridades japonesas han declarado que las aguas residuales deben liberarse para facilitar el desmantelamiento de la central nuclear y evitar fugas accidentales. Aseguran que el tratamiento y la dilución harán que las aguas residuales sean más seguras que las normas internacionales y que su impacto ambiental será insignificante.
El anuncio del viernes se basa en un acuerdo entre las dos naciones de que Beijing tomaría medidas para poner fin a la prohibición uniéndose a las misiones de muestreo de agua del Organismo Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas.
Las fusiones nucleares de marzo de 2011 se produjeron tras un terremoto y un tsunami. Se produjeron fusiones en los tres reactores de la central, lo que provocó la acumulación de grandes cantidades de agua radiactiva. Esta liberación de agua ha marcado un hito en la lucha de la central contra una reserva de agua radiactiva en constante crecimiento que, según las autoridades, ha dificultado la ardua tarea de retirar los residuos fundidos, mortalmente tóxicos, de los reactores.
Las aguas residuales fueron tratadas y diluidas en gran medida para reducir la radiactividad tanto como fuera posible antes de que Japón comenzara a descargarlas en agosto de 2023.
En septiembre pasado, el entonces primer ministro Fumio Kishida dijo que las dos partes alcanzaron “un cierto nivel de entendimiento mutuo” de que China comenzaría a trabajar para aliviar la prohibición de importaciones y unirse al monitoreo ampliado del OIEA de las descargas de aguas residuales.
Personas dentro y fuera de Japón protestaron por el vertido inicial de aguas residuales. Grupos pesqueros japoneses manifestaron su temor de que esto dañara aún más la reputación de sus productos del mar. Grupos en China y Corea del Sur también expresaron su preocupación.
Tokyo Electric Power Company Holdings ha dicho que la empresa de servicios públicos compensará adecuadamente a los dueños de negocios japoneses por los daños sufridos por las prohibiciones de exportación.
ABC News