Las autoridades están investigando la causa de una explosión en una planta siderúrgica de Pensilvania que mató a 2 personas.

CLAIRTON, Pensilvania -- Una explosión sacudió una planta siderúrgica en las afueras de Pittsburgh, dejando dos muertos y otras 10 personas heridas , incluida una persona que fue rescatada de los escombros humeantes después de horas de estar atrapada.

La explosión envió una columna de humo negro en espiral hacia el cielo del mediodía del lunes en Mon Valley, una región del estado sinónimo de acero durante más de un siglo.

Los Servicios de Emergencia del Condado de Allegheny informaron que un incendio en la planta de Clairton comenzó la madrugada del lunes. Las autoridades indicaron que no se ha determinado la causa de la explosión.

El estruendo de la explosión, y varias explosiones menores posteriores, sacudieron a la comunidad a unos 24 kilómetros (15 millas) al sureste de Pittsburgh. Amy Sowers, sentada en su porche a menos de 1,6 kilómetros (1 milla) de la planta, sintió temblar su casa.

"Pude ver humo desde la entrada de mi casa", dijo. "Oímos ambulancias y camiones de bomberos por todas partes".

Sowers, de 45 años, creció en Clairton y ha visto varios incidentes en la planta a lo largo de los años.

“Se perdieron vidas otra vez”, dijo Sowers. “¿Cuántas vidas más tendrán que perderse hasta que algo suceda?”

En una conferencia de prensa, Scott Buckiso, director de fabricación de US Steel, no ofreció detalles sobre los daños ni las víctimas, y afirmó que aún se estaba tratando de determinar lo sucedido. Añadió que la empresa, ahora filial de Nippon Steel Corp., con sede en Japón, está colaborando con las autoridades.

Allegheny Health Network informó haber atendido a siete pacientes de la planta y haber dado de alta a cinco en pocas horas. El Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh indicó que está atendiendo a tres pacientes en UPMC Mercy, el único centro de traumatología y quemados de nivel 1 de la región.

Según la empresa, la planta cuenta con aproximadamente 1.400 trabajadores.

En una declaración, el sindicato United Steelworkers, que representa a muchos de los trabajadores de la planta de Clairton, dijo que tenía representantes en la planta y que trabajaría para garantizar que haya una investigación exhaustiva.

David Masur, director ejecutivo de PennEnvironment, un grupo ambientalista que demandó a US Steel por contaminación, dijo que era necesario "una investigación completa e independiente sobre las causas de esta última catástrofe y una reevaluación para determinar si la planta de Clairton está en condiciones de seguir operando".

El director ejecutivo de US Steel, David B. Burritt, dijo que la compañía investigaría.

No es la primera explosión en la planta. Un trabajador de mantenimiento murió en una explosión en septiembre de 2009. En julio de 2010, otra explosión hirió a 14 empleados y seis contratistas. Según los registros en línea de la OSHA sobre muertes en el lugar de trabajo, la última muerte en la planta fue en 2014, cuando un trabajador sufrió quemaduras y falleció tras caer en una zanja.

Tras la explosión de 2010, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional multó a US Steel y a un subcontratista con 175.000 dólares por infracciones de seguridad. US Steel apeló las citaciones y multas, que posteriormente se redujeron en virtud de un acuerdo de conciliación.

En febrero, un problema con una batería en la planta provocó una acumulación de material combustible que se incendió, causando un estruendo audible, según informaron las autoridades. Dos trabajadores recibieron primeros auxilios, pero no resultaron gravemente heridos.

La planta, una enorme instalación industrial a lo largo del río Monongahela, se considera la operación de coquización más grande de América del Norte y es una de las cuatro principales plantas de acero de US Steel en Pensilvania.

La planta convierte carbón en coque, un componente clave en el proceso de fabricación de acero. Para producir coque, el carbón se cuece en hornos especiales durante horas a altas temperaturas para eliminar las impurezas que, de otro modo, podrían debilitar el acero. El proceso genera lo que se conoce como gas de coque, compuesto por una mezcla letal de metano, dióxido de carbono y monóxido de carbono.

El departamento de salud del condado inicialmente indicó a los residentes en un radio de 1,6 kilómetros (1 milla) de la planta que permanecieran en sus casas y cerraran todas las ventanas y puertas, pero levantó la alerta más tarde el lunes. Aseguró que sus monitores no detectaron niveles de hollín ni dióxido de azufre superiores a los estándares federales.

US Steel ha sido un símbolo de la industrialización desde su fundación en 1901 por JP Morgan, Andrew Carnegie y otros. Ha sido el ícono de la industria siderúrgica estadounidense , que dominó el mercado mundial hasta que Japón, y posteriormente China, se convirtieron en productores de acero preeminentes en los últimos 40 años.

En junio, US Steel y Nippon Steel anunciaron que habían finalizado una “asociación histórica”, un acuerdo que le da al gobierno estadounidense voz y voto en algunos asuntos y llega un año y medio después de que la compañía japonesa propusiera por primera vez su compra de casi 15 mil millones de dólares del icónico fabricante de acero estadounidense.

La búsqueda por parte de Nippon Steel de la compañía con sede en Pittsburgh se vio afectada por preocupaciones de seguridad nacional y políticas presidenciales en un importante estado en disputa, lo que prolongó la transacción durante más de un año después de que los accionistas de US Steel la aprobaran.

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Levy reportó desde Harrisburg, Pensilvania; Casey desde Boston y Whittle desde Portland, Maine. Las reporteras de The Associated Press Holly Ramer en Concord, Nuevo Hampshire; Beatrice Dupuy en la ciudad de Nueva York; y Audrey McAvoy en Honolulu contribuyeron a este reportaje.