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Se entregará una Palma política en el Festival de Cannes

Se entregará una Palma política en el Festival de Cannes
El director de cine iraní Jafar Panahi recibe la Palma de Oro en Cannes por su película “It Was Just an Accident”.

Imago/Niviere David/Abacapress.com/www.imago-images.de

¿El futuro del cine está en la memoria? La sólida oferta del Festival de Cine de Cannes de este año incluyó una sorprendente cantidad de producciones que recurrieron al pasado. La política también recibió una mayor atención: el ucraniano Sergei Loznitsa ofreció una gélida descripción de las purgas de Stalin en "Dos fiscales", mientras que Ari Aster ilustró las divisiones que recorrieron una pequeña ciudad de los EE. UU. durante el confinamiento por la COVID-19 en "Eddington".

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Dos de las propuestas del concurso también abordaron la epidemia del SIDA que estalló en la década de 1980. En “Alpha”, de Julia Ducournau, los enfermos se transforman en estatuas de mármol, mientras que la española Carla Simón traza su historia familiar en “Romería”.

Estos viajes en el tiempo son estimulantes, sobre todo por los contrastes y las posibilidades de comparación que surgen: por ejemplo, la película biográfica de tres horas de Lav Diaz, "Magalhães", iluminó retrospectivamente el episodio final de "Misión Imposible" de Tom Cruise, en el que la estrella estadounidense evoca la pesadilla de un planeta gobernado por una inteligencia artificial. El esfuerzo por obtener el control del mundo probablemente nunca pareció tan realista como a principios del siglo XVI, cuando el navegante portugués se propuso conquistar las rutas comerciales marítimas más importantes del Pacífico para la corona española.

Los planos generales con los que Díaz traza los viajes de Magallanes se centran inicialmente en su soledad. Sin embargo, a medida que avanza la expedición, la megalomanía de la empresa adquiere rasgos autodestructivos. Cuando el portugués desata en Filipinas una campaña de venganza de la que finalmente será víctima, surge la impresión de que provocó deliberadamente su propia muerte.

Película filmada clandestinamente

La ceremonia de entrega de premios pudo desarrollarse según lo previsto el sábado a pesar de un corte de electricidad que duró varias horas, aparentemente causado por un acto de sabotaje. El jurado claramente estaba intentando tomar en cuenta las diferentes ofertas. La Palma de Oro, otorgada al iraní Jafar Panahi por "It Was Just an Accident", honra a un director que puede recordar un compromiso único tanto en términos artísticos como políticos. Habiendo recibido ya el León de Oro en Venecia y el Oso de Oro en Berlín, ahora es uno de los cineastas más premiados de nuestro tiempo.

Sin embargo, cabe preguntarse si la parábola filmada clandestinamente sobre la venganza y el perdón, que está anclada en el presente iraní y pone claramente a prueba los límites de la libertad de expresión, habría sido honrada incluso sin ese contexto candente. Especialmente en la secuencia final, en la que el dilema moral de la víctima en relación con su antiguo torturador encuentra una resolución, el guión corre el peligro de perder su dimensión universal.

El premio a la dirección, que recayó en el brasileño Kleber Mendonça Filho por “O agente secreto”, fue bien merecido. Este thriller magistralmente llevado a escena, con su refinamiento estilístico y su debilidad por lo grotesco, también podría haber sido obra de Tarantino. Gracias a un destacado actor principal (Wagner Moura, que ganó el premio de actuación), un guión serpenteante y saltos en el tiempo que vinculan al Brasil de la dictadura militar con el presente, "O agente secreto" consigue crear un retrato matizado de las sensibilidades nacionales.

Francia en mala forma

Los demás premios también reflejaron la vacilación del jurado ante las diversas facetas de la oferta. El Gran Premio fue para el noruego Joachim Trier por “Sentimental Value”, que describe una relación padre-hija psicológicamente muy definida. Por el contrario, la producción española “Sirat”, de Oliver Laxe, y la alemana “Sound of Falling”, que compartieron el premio del jurado, se basaron principalmente en sus puntos fuertes formales.

Menos plausible es la decisión de preferir la actuación contenida de la debutante Nadia Melliti, premiada por su papel en el drama francés sobre la transición a la edad adulta "La petite dernière" de Hafsia Herzi, a las actuaciones de Jennifer Lawrence o Valeria Golino. Paradójicamente, el premio pareció subrayar la debilidad de la oferta francesa en el festival. Esto es aún más sorprendente teniendo en cuenta que Francia, que participó en la producción de catorce de las 22 películas presentadas, sigue ocupando un lugar clave en la industria cinematográfica internacional.

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