Volker Finke y su silla de playa: unas vacaciones de la vida

Para Finke, la canasta seguía siendo un lugar acogedor. Le permitía, por ejemplo, aislarse y evaluar a sus propios jugadores sin ser molestado, como declaró posteriormente a Sportschau. Finke va un paso más allá e incluso se sube el cuello de la chaqueta para mayor seguridad.
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