Amor con piscina

Querido Amor de Verano:
Antes de dar cabida a su historia con verano y piscina, dejaré las cosas claras. Hay muchos tipos de amor –familia, amistad, comunidad, país…–, pero al diablo con todos ellos. Doctor Love solo hablará en esta sección del amor producto de esa crisis llamada enamoramiento. Es decir, el amor erótico, la pasión amorosa, el amor de los amantes, el amor sin más leyes que las que los propios protagonistas deseen.
Quien ama, quien desea serlo, mientras siente estar enamorado, enamorándose o no estarlo lo suficiente, plantea numerosas preguntas al respecto del gran enigma amoroso. Puedes comprar un cuerpo y una voluntad, pero nunca comprar que te amen ni tampoco dejar de hacerlo cuando quizás deberías. Giramos, dependientes, a veces gozosos, otrora tristes, alrededor del enamoramiento. Vulnerables y ansiosos, a merced de otros que no somos nosotros o de nuestras propias pulsiones autodestructivas.
El amor erótico puro y generoso es muy extraño: todos queremos algo del otro, a casi cualquier precio, y hay quien no ama, sino que se limita a reflejarse en los sentimientos de otro. Al diablo también con los amantes puros y generosos: nosotros hablaremos de seres imperfectos a merced de sus emociones, deseos, necesidades y sueños. A modo de frontispicio culto y antes de entrar en materia, citaremos a Mary Oliver cuando en uno de sus poemas nos señala como “Instrucciones para vivir una vida: Presta atención. Asómbrate. Cuéntalo” y como frontispicio gañán a los Ramones: “Hey ho let’s go”.
Puedes comprar un cuerpo y una voluntad, pero nunca comprar que te amenVamos allá con un correo que nos llega bajo el seudónimo Amor de verano –AM a partir de ahora–, quien nos traslada al estío de 1979. Lo sabemos porque la vecina de sus tíos en la urbanización pone incesantemente el recopilatorio Greatest de los Bee Gees. AM es un adolescente que ha vivido un primer amor ciudadano y escolar que el verano ha separado. Ella, a Muiños, capital Ourense mientras él se queda en Barcelona, capital Barcelona.
Vive ese amor como un sentimiento puro y sincero, tranquilo y apenas desesperado, disimulado y controlado, levemente sexual, casi una copia deformada del mundo de los adultos. Como su familia es modesta y sus padres combinan trabajos varios, las vacaciones de AM consisten en quedarse en la ciudad y contar con la solidaridad de los vecinos y los familiares con segunda residencia en régimen de alquiler o compra.
La familia de AM es invitada por Luisa y Juan, que son sus tíos, a su chalet de verano a solo una hora de la metrópoli. La estancia es de día sin pernocta, pero al igual que Dante en su encuentro con Beatriz en el Ponte Vecchio, AM no necesitó más. El chalet tenía piscina y allá fueron todos, ajeno nuestro lector de que, al lado, estaba su gran amor, dentro de otra familia con piscina, dos hijas y los Bee Gees a toda hostia. Las cuatro caras del Greatest. Una detrás de otra.
El chalet tenía piscina y allá fueron todos, ajeno nuestro lector de que, al lado, estaba su gran amorLas piscinas se hallaban separadas por un muro bajo. Y AM en un momento dado la vio. En bikini rosa, rodeando la piscina y lanzándose al agua, saliendo de la misma, dejándose caer sobre una tumbona, tomando el sol. Como las caras del disco. Una y otra vez. AM quedó fascinado de inmediato, presa absoluta de enamoramiento atroz, súbito e imprevisto. Aquel cuerpo, aquella manera de moverse, aquellas gotas de agua con cloro sobre su piel, sus curvas, sus recovecos, la nariz entre el pelo mojado antes de –¡zas!– lanzar la cabeza hacia atrás como AM solo había visto hacer a los caballos de la Guardia Urbana. Y todo eso mientras sonaba Spirits (having flown).
El resultado fue devastador. El mejor día de su vida, el peor día de su vida a la manera de Dickens. Pasó aquella mañana en la piscina, comió en la piscina, siguió por la tarde en la piscina, anocheció allí y ya de madrugada pernoctó en urgencias de Sant Pau por quemaduras graves, pero eso ya es otra historia. Nunca más la volvió a ver. Nunca supo su nombre. Al verano siguiente, la familia era otra y escuchaban a Dyango.
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AM no pide consejo ni plantea dudas. En Wallapop pone a la venta su discografía de Bee Gees en un intento vano de olvidar.
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