Falleció la pintora y activista Teresa Velázquez

Falleció la pintora y activista Teresa Velázquez
Su obra viraba entre la abstracción, la figuración y la reinterpretación // Defendió el patrimonio de San Miguel Chapultepec
▲ Perspicillum duplicatum (2015), óleo sobre madera de Teresa Velázquez Gutiérrez.Foto tomada de la página web de la pintora
Merry Macmasters
Periódico La JornadaViernes 24 de octubre de 2025, p. 5
La pintora y activista Teresa Velázquez Gutiérrez (Ciudad de México, 1962) falleció el miércoles pasado a los 63 años en su casa, “después de una larga y valiente lucha contra el cáncer”, informó su hija Jazmina Barrera Velázquez.
“Sobresalió como una artista que hizo de la pintura una práctica centrada en el conocimiento y la exploración del propio medio”, apuntó la escritora.
Creadora de lenguajes que “transitaron entre la abstracción, figuración y la reinterpretación pictórica de imágenes de base tecnológica”, Velázquez destacó también como “una activista que defendió tanto el protagonismo cultural de la pintura, como la defensa del patrimonio urbano del territorio en el que habitó: la colonia San Miguel Chapultepec”, señaló su hija. Estuvo al frente de un movimiento que defendió esta zona de la ciudad contra la invasión inmobiliaria.
Ampliamente reconocida por su producción y trayectoria pictórica, Velázquez mereció en 1995 el Premio de Adquisición Nacional de Arte Joven. En 2004, fue Premio de Adquisición en la 12 Bienal Tamayo. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores en varias emisiones.
Entre 1985 y 1987 estudió dibujo con Gilberto Aceves Navarro en la entonces Escuela Nacional de Artes Plásticas. Ingresó, posteriormente, al primer taller de producción pictórica de Ignacio Salazar, donde exponía de forma colectiva desde 1989, e individual, a partir de 1996.
Destaca Cada trazo: Pinturas recientes de Teresa Velázquez, montada en el Museo de Arte Moderno con motivo de su Premio de Adquisición en la Bienal Tamayo.
La última exhibición colectiva en que participó fue Casi oro, casi ámbar, casi luz: Bienvenida del paisaje mexicano al paisaje japonés, en el Museo Kaluz.
Realizó una residencia artística en el Centro de Arte de Banff, Canadá, en 2000. Fue acreedora de una residencia del International Studio Program, de Nueva York, en 2001.
Sin espacios para la pintura
El libro de arte Teresa Velázquez (editorial Fauna, 2021) nació de la necesidad de tener un registro y documentación de la trayectoria de un artista, para facilitar su investigación, al mismo tiempo que significaba una “fortuna crítica”; es decir, “el reconocimiento de la crítica respecto del trabajo de uno”, expresó la pintora a (La Jornada, 8/9/21).
La suerte de la obra artística siempre es incierta, como bien sabía Velázquez. El terremoto del 19 de septiembre de 2017 destruyó gran parte de la obra que quería mostrar en el libro, ya que estaba resguardada en un edificio en la colonia Del Valle que se derrumbó. Para efectos de la edición, tuvo que hablar con coleccionistas e instituciones a fin de saber si todavía contaban con la obra y en qué estado se encontraba.
“Hablé al Museo de Arte Contemporáneo en Aguascalientes, porque ellos se quedaron con la pieza que participó en el 11 Premio Nacional de Arte Joven en 1991, y resulta que no está en el acervo”, dijo en aquella ocasión. Consideraba que los artistas estaban en “un estado de indefensión total”.
Siempre dispuesta a alzar la voz, Velázquez también señalaba la necesidad de que hubiera más bienales para conocer el panorama actual del arte en México (La Jornada, 31/3/13). A partir de 2000 aseguraba que se habían cerrado espacios a la pintura, “por ignorancia y por dolo”.
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