Aurelio Rojas, cardiólogo y experto en salud: "Hay personas que tienen una alteración genética que impide al hígado retirar el colesterol LDL de la sangre"
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Tener el colesterol alto no siempre está relacionado con una mala alimentación. Aunque durante años se ha culpado exclusivamente a la grasa de la dieta, los estudios y la experiencia clínica revelan que existen mecanismos internos mucho más complejos detrás de esta alteración, como la inflamación, el metabolismo de los azúcares o la genética. Así lo explica el doctor Aurelio Rojas, cardiólogo y experto en salud cardiovascular, que ha detallado las principales razones por las que los niveles de colesterol pueden dispararse incluso en personas con hábitos saludables.
“¿Por qué tengo el colesterol alto aunque no coma grasa? Esta pregunta me la hacen mis pacientes todos los días”, indica Rojas. El especialista aclara que más del 70 % del colesterol total en sangre es fabricado por el propio hígado. Esto ocurre, en gran medida, a través de una enzima conocida como hidroxi metil glutaril-CoA reductasa, especialmente cuando la ingesta de grasa es baja.
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Paradójicamente, una dieta pobre en grasas puede inducir al hígado a aumentar su propia producción de colesterol como mecanismo compensatorio. Este proceso, que puede estar alterado en presencia de inflamación crónica o estrés oxidativo, es una de las causas más frecuentes de dislipemias en pacientes con una dieta equilibrada.
Pero no solo la grasa influye: el consumo excesivo de azúcares, harinas refinadas y ultraprocesados también activa una ruta metabólica llamada lipogénesis hepática de novo, mediante la cual el hígado transforma el exceso de glucosa en ácidos grasos. Estos se incorporan a partículas ricas en colesterol y triglicéridos, elevando los niveles de colesterol total y de LDL pequeñas y densas, consideradas las más dañinas para las arterias.

“Hay personas que tienen una alteración genética que impide al hígado retirar el colesterol LDL de la sangre”, explica el doctor Rojas, quien recalca la importancia del diagnóstico precoz en estos casos. Mutaciones en genes como LDLR, APOB o PCSK9 pueden alterar la capacidad del organismo para eliminar el colesterol de la circulación sanguínea, haciendo que se acumulen niveles elevados incluso sin una dieta rica en grasa.
En estos perfiles genéticos, la alimentación tiene un impacto mucho menor sobre los niveles de colesterol, y es fundamental identificar la causa a tiempo, sobre todo si existen antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. El cardiólogo insiste en que no se debe subestimar la importancia del control regular del colesterol, incluso cuando los hábitos de vida son aparentemente saludables.
El Confidencial