La montaña mágica que se esconde en el norte de Huelva

En el norte de la provincia de Huelva, sobre el municipio de Alájar, se encuentra el lugar más mágico de la Sierra de Aracena, un macizo calizo donde historia y espiritualidad se entrelazan, pues se dice que su ubicación responde a antiguas alineaciones geodésicas conectadas con otros puntos sagrados de la península y que por ello desprende una energía especial. Coronado por la ermita de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, se ha convertido también en uno de los centros de peregrinación más importantes de Andalucía que celebra su romería el 8 de septiembre y de cuya fiesta destaca el mercado artesanal.
Considerado como uno de los mejores miradores de la zona, la Peña de Arias Montano debe su nombre a Benito Arias Montano, bibliotecario real en el monasterio de El Escorial en tiempos de Felipe II que participó además en la edición de la monumental Biblioteca Políglota de Amberes convirtiéndose en una de las mentes más brillantes de su época. En 1553 decidió abandonar la corte y retirarse a este rincón de la sierra onubense que ya acogió siglos antes a San Víctor, un eremita del siglo V.

Arias Montano dedicó su tiempo a la meditación y quiso recrear aquí la visión que los artistas flamencos tenían del retiro de San Jerónimo, figura muy seguida en la Europa del siglo XVI. Finalmente, acabó transformando el lugar en un retiro renacentista, reconstruyó la ermita y en sus alrededores descubrió y acondicionó un antiguo manantial, la Fuente de la Peña, así como un camino de acceso con una frondosa alameda inspirándose en los jardines manieristas italianos. Cuenta la leyenda que este hizo varios descubrimientos relacionados con la magia del lugar que ocultó en la biblioteca de El Escorial

La ermita original databa de los siglos XIV y XV, pero fue ampliada posteriormente por Arias Montano. En el interior el santuario tiene la típica estructura de templos mudéjares de la zona con nave central dividida por tres arcos transversales. Por su parte, el presbiterio es de planta cuadrada y se cubre con una bóveda de crucería. Cabe destacar la azulejería de las paredes realizada por la fábrica Mensaque de Sevilla, así como los frescos que pretenden reflejar el principio y final de la Virgen. En el exterior llama la atención la espadaña de estilo neoclásico acompañado por humilladeros apilastrados de planta circular y bóveda. Aquí se puede ver también el Arco de los novios, donde, según cuenta una leyenda, toda pareja que lo cruza acaba casándose.

En las entrañas de la Peña el agua ha ido formando un conjunto de cavidades revestidas de estalactitas y a estalagmitas, de lagos y rocas con las formas más dispares. Este conjunto de cavidades se conoce como las Cuevas de Las lapas y cada una de ellas tiene su propio nombre, como la de la Virgen, la de Verja, La Peña, donde se han encontrado restos de la Edad de Bronce –aunque los pocos estudios realizados concluyen en que hubo asentamientos anteriores–, El palacio oscuro o La sillita del rey, uno de los lugares geológicos más significativos donde se puede observar la formación de los travertinos más espectaculares. Solo las dos últimas pueden visitarse y es una actividad que merece la pena.

La escapada a este lugar se completa con un recorrido por Alájar,un pueblo de casitas blancas cuyo casco antiguo ha sido declarado conjunto histórico-artístico. Pasear por sus calles empedradas permite descubrir su zona más antigua, de época árabe, admirar la arquitectura típica de la zona con viviendas encaladas y techumbre a dos aguas de teja romana y visitar la iglesia de San Marcos, templo de estilo barroco del que destaca su torre eclesiástica por ser la más alta de la provincia de Huelva.
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