Sismos en Colombia: los 10 cambios que se presentan bajo tierra

Sismo
Fuente: Istock
Ya se cumple un mes desde que en el departamento de Cundinamarca en Colombia se registró un sismo de magnitud 6,5 con epicentro en los municipios de Paratebueno y Medina. Este movimiento telúrico generó grandes afectaciones en los lugares en donde se sintió más fuerte.
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Por lo tanto, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) resaltó que los sismos son eventos breves en duración, pero su impacto en el suelo y subsuelo puede prolongarse durante días, semanas o incluso meses.
Con lo anterior, los expertos del SGC explicaron las 10 cosas que suelen pasar bajo tierra luego de un fuerte sismo como el reportado el 8 de junio del 2025. Esto va desde ondas sísmicas cuando ocurre un sismo, hasta los efectos visibles en superficie.

Santa Cecilia, Paratebueno tras el sismo
Cortesía
De acuerdo con los expertos, la primera situación que se presenta luego de un sismo es la reacomodación de la corteza terrestre y por ende se libera toda la energía que se ha acumulado en el subsuelo. Por lo tanto, esta sacudida puede resultar en el desplazamiento de partes de la corteza a lo largo de planos de falla. Sin embargo, esa liberación no marca el final del proceso: tras el evento principal, las rocas deben reacomodarse ajustándose a ese cambio temporal de esfuerzos internos.
Otro proceso es la generación de réplicas, las cuales ocurren generalmente después del evento principal, hacen parte del proceso natural de ajuste de los esfuerzos que dieron origen al sismo.
También se presentan efectos sobre fallas geológicas cercanas, ya que puede modificar los esfuerzos tectónicos en la zona epicentral (área en la superficie terrestre que se encuentra directamente arriba del punto de origen del sismo), transmitiendo esfuerzos a fallas próximas que podrían generar sismos futuros. Un cuarto punto es el desprendimiento de materiales inestables en laderas, ya que los sismos pueden provocar cambios en el equilibrio natural de las laderas generando diferentes tipos de movimientos en masa como deslizamientos de suelos y rocas y caídas de rocas.Además, está la compactación y licuación del suelo, que es cuando un sismo ocurre en zonas con suelos saturados de agua, como llanuras aluviales o costeras, la vibración puede hacer que los granos del suelo —especialmente la arena— pierdan contacto entre sí. Esto provoca que, por unos instantes, el suelo pierda su firmeza y se comporte como un fluido, en un proceso conocido como licuación. Como resultado, pueden presentarse.
Se presentan agrietamientos y fracturación del terreno. Según los expertos son comunes en zonas con depósitos aluviales blandos o suelos saturados. Estas fisuras pueden afectar incluso vías pavimentadas, generando daños visibles en el asfalto o en caminos empedrados.Recomendado: El 80% de un centro poblado en Paratebueno debe reconstruirse tras el sismo
Como séptimo punto se presenta la liberación de gases atrapados como dióxido de carbono, metano, sulfuro de hidrógeno, radón, entre otros. Se encuentran anomalías hidrológicas y efectos hidrogeológicos por la vibración del terreno durante un sismo puede generar anomalías por donde circula el agua, lo que provoca variaciones en el nivel de pozos, cambios en el caudal de manantiales o incluso la aparición de nuevos brotes en la superficie.Otra situación que se presenta es un oleaje anómalo, tras la agitación causada por la sacudida del terreno puede ocasionar oleaje anómalo y desbordamientos de estanques, lagos, embalses y ríos, las olas causadas pueden superar el metro de altura.
Y finalmente, se pueden presentar otros efectos cuando la sacudida es muy fuerte, por la agitación de los árboles y la vegetación las ramas de los árboles se pueden romper y caer. En ocasiones, los troncos pueden desenraizarse y caer, especialmente en laderas con fuerte pendiente.PORTAFOLIO
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