Dinero. ¿Cómo funciona el seguro de dependencia?

Según France Assureurs, el coste medio restante para una persona que vive en una residencia de ancianos es de 1.875 euros al mes. Una suma muy sustancial y a menudo imposible de pagar para pensiones pequeñas.
Una anualidad que tiene sus ventajasEn los años 1980, las aseguradoras crearon un producto de previsión para completar los ingresos mediante el pago de una renta vitalicia: ésta podía servir para financiar el alojamiento en una residencia médica, pero también para adaptar la vivienda o para garantizar servicios de asistencia diaria.
El seguro de dependencia ofrece entonces cierta seguridad financiera, permitiéndole evitar recurrir a sus bienes o pedir ayuda a sus seres queridos.
También permite evitar tener que depender constantemente de cuidadores familiares, tener mayor libertad de elección en cuanto al centro de atención y beneficiarse de servicios de asesoramiento y apoyo.
Como se trata de un producto de seguro, la oferta está, por supuesto, sujeta a cotizaciones. La suscripción puede realizarse a una edad temprana ya que el contrato no sólo cubre la dependencia ligada al envejecimiento, sino también la resultante de enfermedad o accidente.
Además, cuanto más joven seas al suscribirte, más bajas serán las primas. Para la misma pensión, la prima podría ser tres veces mayor a los 70 años que a los 60.
Además, a partir de los 55 años, tendrás que completar un cuestionario de salud e incluso someterte a un examen médico detallado. Finalmente, ninguna aseguradora te ofrecerá este seguro después de los 77 años.
Poca armonizaciónEl cálculo de la cotización mensual depende, por tanto, de tu edad, pero también del nivel de pensión que finalmente desees recibir.
También depende de su estado de salud inicial y, por lo tanto, puede estar sujeto a una prima adicional. A esto hay que añadir que es probable que se revalorice cada año y que varíe en función de la compañía y de las garantías incluidas en el contrato.
Por último, difiere según se suscriba un contrato de dependencia parcial o total. Problema: no todas las compañías de seguros tienen las mismas definiciones de grados de dependencia, a pesar de la introducción de la etiqueta Gad destinada a armonizar los contratos.

Actualmente las autoridades pertinentes están considerando un nuevo contrato. Fotografía Adobe Stock
Según France Assureurs, solo 7,4 millones de personas están cubiertas por un seguro de dependencia. Una cifra baja, pero que refleja o bien el desconocimiento de este producto o bien la mala imagen de la que padece.
La causa: falta de claridad en los contratos y reembolsos poco fiables. De hecho, si usted muere con buena salud, sus contribuciones se pierden y no pueden transmitirse a sus herederos.
Además, si ya no puedes contribuir y tu contrato tiene menos de ocho años, éste se rescinde y tus contribuciones se pierden. Más allá de los ocho años, tu contrato se reduce.
Lo mismo se aplica si decide cambiar de aseguradora, ya que los derechos adquiridos no son transferibles a la competencia.
Diversas razones han llevado al Comité Consultivo de Servicios Financieros (CCSF) y a France Assureurs a considerar la implementación de un Contrato de Dependencia Solidario.
Obligatorio, garantizaría la dependencia total (según la escala AGGIR) y ofrecería las mismas garantías para todos, con una escala de precios única aplicable durante toda la vida. Las discusiones están en curso.
No hay impuestos específicos
Para tener en cuenta el envejecimiento de la sociedad y garantizar su financiación, se han alzado voces a favor de que las cotizaciones relativas al seguro de dependencia sean deducibles de la renta imponible.
En el estado actual de las finanzas públicas, es poco probable que esto suceda. Por otra parte, las anualidades pagadas no están sujetas a impuestos.
Le Progres