3 millones de personas perderán su empleo: preocupa el informe sobre Italia

El progresivo descenso demográfico en Italia y en varios países europeos está provocando una importante reducción de la población activa. Según el informe “ Hacer sostenible el desafío demográfico ” de la Fondazione Studi Consulenti del Lavoro, para 2040 Italia perderá aproximadamente 3 millones 135 mil trabajadores , y los primeros signos se verán ya en 2030, cuando el número de personas entre 15 y 64 años disminuirá en 1 millón 167 mil unidades.
Esta tendencia tendrá efectos directos en el mercado laboral y la capacidad productiva del país. El envejecimiento de la población activa y el insuficiente recambio generacional corren el riesgo de comprometer el mantenimiento de los niveles de empleo y la estabilidad del sistema de seguridad social. En esencia, existe un riesgo grave en el ámbito de las pensiones, con una demanda que podría pesar significativamente sobre el Estado. Paralelamente, se observa una dinámica similar en Europa, con una creciente dificultad para sustituir a los trabajadores salientes y un aumento de la proporción de personas mayores de 50 años en la fuerza laboral.
Cada vez hay menos jóvenes y mujeres en el mercado laboralA esta situación se suma la baja tasa de participación en la fuerza laboral entre los jóvenes y las mujeres. En Italia todavía hay 12,4 millones de personas inactivas entre 15 y 64 años. De ellas, aproximadamente 6 millones tienen menos de 35 años y 7,9 millones son mujeres. A pesar de una disminución en el número de NiNi (jóvenes que ni trabajan ni estudian), que pasó del 23,6% en 2019 al 17,3% en 2024, una porción significativa de la población en edad de trabajar no participa en el mercado laboral.
Mientras tanto, la edad media de los trabajadores está aumentando. Actualmente, el 40,6% tiene más de 50 años , frente a la media europea del 35,1%. Este envejecimiento, combinado con la salida de millones de trabajadores por alcanzar la edad de jubilación, hará que entre 2024 y 2028 hasta el 88% de la demanda laboral se dedique a sustituir a los jubilados .
Las solicitudes de los consultores laboralesA la luz de estos datos, los consultores laborales subrayan la necesidad de políticas específicas para abordar la crisis. El informe pide fortalecer el bienestar, las intervenciones de formación continua y las estrategias para promover una mayor inclusión en el mundo del trabajo.
Según la Fundación Studi, es fundamental implementar acciones para activar el potencial de los inactivos , especialmente mujeres y jóvenes. “Es urgente reformar los mecanismos de acceso al trabajo y apoyar la inclusión con políticas activas específicas”, se lee en el informe. Además, se reitera la importancia de la planificación a largo plazo para hacer frente a la sustitución masiva de trabajadores salientes.
La situación región por región en ItaliaLa disminución de la fuerza laboral no afecta a todas las regiones italianas de manera uniforme. Según el informe, las regiones más afectadas serán:
- Basilicata: -8,1%;
- Cerdeña: -7,8%;
- Calabria: -6,6%;
- Apulia: -6,4%;
- Campania y Sicilia: -6%.
Entre las provincias con mayores dificultades se encuentran Nuoro, Potenza y Enna, con una reducción del 9,7% de la población en edad de trabajar, seguidas de Caltanissetta (-9,6%) y Oristano (-9,5%).
Por el contrario, regiones como Lombardía y Emilia-Romaña parecen mantener una mayor estabilidad en la participación en el mercado laboral. Esto se debe tanto a la composición demográfica como a la presencia de un tejido productivo más dinámico y atractivo.
La comparación con EuropaEl contexto europeo también muestra señales preocupantes, aunque en distintos grados según los distintos países. En general, la media europea de trabajadores mayores de 50 años se sitúa en el 35,1% , inferior a la cifra italiana del 40,6%. Esto indica que el envejecimiento de la fuerza laboral es una tendencia común, pero más marcada en Italia.
Italia se destaca por su mayor incidencia de personas inactivas, particularmente entre los jóvenes y las mujeres. Estos elementos hacen más compleja la capacidad del país para reaccionar ante la pérdida de capital humano. En los próximos años, las políticas laborales deberán tener en cuenta estas dinámicas, con el objetivo de fortalecer la participación laboral y asegurar una transición sostenible para la economía.
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