Adiós a Carlo Gambalonga, 50 años de periodismo entre la historia, el deporte y la humanidad

El periodismo italiano ha perdido hoy a una de sus voces más auténticas y apasionadas. Carlo Gambalonga, periodista histórico de Ansa, narrador de Italia y del mundo, capaz de abarcar cinco décadas de periodismo con el mismo rigor de un reportero de pura cepa y el mismo entusiasmo de un niño ante su primer chiste, ha fallecido a los 74 años.

Corría el año 1974 cuando Gambalonga, con tan solo veinte años, dio sus primeros pasos como periodista deportivo. Los Juegos Olímpicos, el Mundial y la entrevista con un joven Diego Armando Maradona marcaron su debut en primera línea. A partir de entonces, la transición al periodismo fue natural: con los bolsillos llenos de fichas y las noticias dictadas por cabinas telefónicas improvisadas, fue testigo directo de acontecimientos que marcaron la historia de nuestro país. El secuestro de Moro, tres papas, Albania en guerra, los terremotos de Irpinia y Friuli, el deslizamiento de tierra de Sarno: su voz se adelantó a todas las demás, a menudo con esa ocurrencia espontánea que siempre precedía al apretón de manos.

Desde 1976, Gambalonga ha sido parte integral de Ansa, la mayor agencia de prensa italiana, que se convirtió en su segundo hogar. De coordinador de las oficinas regionales a subdirector durante más de diez años —con Magnaschi, Gramaglia y Contu—, fue el artífice de una nueva visión editorial, contribuyendo al lanzamiento de productos especializados, la expansión del programa de noticias Ansamed y el diálogo constante con instituciones italianas y extranjeras.

Entre los momentos más significativos de su carrera se encuentra la entrevista exclusiva con Hillary Clinton, realizada en el Hotel Santa Caterina de Amalfi durante el G7 en Nápoles. Gambalonga ha sabido combinar lo mejor de sí y lo peor, relatando tanto la política exterior como la cotidianidad del Sur, la sanidad, el turismo y el territorio.

Galardonado a nivel nacional e internacional —Premio Axel Munthe (1989), Premio Ischia (2007), Premio Salerno de Información Internacional (2009), por nombrar solo algunos—, consideraba el periodismo una herramienta de cultura, servicio y conexión. Fue vicepresidente de la Fundación del Premio Internacional de Periodismo de Ischia, cargo que desempeñó con el mismo espíritu de quienes buscan impulsar el talento y proteger la ética. Paralelamente a su actividad periodística, publicó ensayos y novelas que abarcan desde el Mediterráneo hasta la divulgación científica. Entre sus títulos destacan: «I ragazzi di Tirana», «Il signore delle nascite», «Cinema fermo posta» (premio Diego Fabbri) y «Casa ANSA – da 70 anni il diario d'Italia». También formó a generaciones enteras de aspirantes a reporteros en las maestrías de periodismo de Suor Orsola Benincasa y San Marino.