Amazon baja la persiana: el éxodo tecnológico de China es un hecho

Amazon Web Services (AWS) ha decidido cerrar su laboratorio de investigación en inteligencia artificial de Shanghai, un movimiento que confirma la aceleración del desacoplamiento tecnológico entre Estados Unidos y China y se suma al éxodo de otros gigantes como Microsoft e IBM.
La guerra fría tecnológica entre Estados Unidos y China ha cobrado una nueva víctima de alto perfil. Amazon Web Services (AWS), la división de computación en la nube del gigante del comercio electrónico, ha confirmado el cierre de su laboratorio de investigación de inteligencia artificial (IA) en Shanghai, una instalación que operaba desde 2018.
La medida no es una decisión de negocio aislada, sino un síntoma claro de las crecientes presiones geopolíticas que están forzando a las multinacionales estadounidenses a reevaluar su presencia y sus operaciones de investigación y desarrollo en China.
El cierre del laboratorio de AWS no es un hecho aislado, sino el último de una serie de repliegues estratégicos por parte de las principales empresas tecnológicas de EEUU:
- Microsoft: Cerró su laboratorio de IoT y IA en Shanghai a principios de este año, ofreciendo reubicación a cientos de empleados de su división de IA en China.
- IBM: Despidió a más de 1,000 empleados de sus laboratorios de desarrollo en China en 2024, consolidando sus funciones de investigación fuera del país.
- McKinsey: Recientemente prohibió a su práctica en China trabajar en proyectos de IA generativa debido al escrutinio geopolítico.
Este patrón demuestra una tendencia sistémica: el entorno para la colaboración tecnológica y la investigación avanzada en China se ha vuelto insostenible para las empresas estadounidenses.
Oficialmente, un portavoz de Amazon citó una «difícil decisión de negocio para eliminar algunos roles» tras una revisión de la organización. Sin embargo, la verdad, sin rodeos, fue expresada por uno de los propios científicos del laboratorio.
«El equipo está siendo disuelto debido a ajustes estratégicos en medio de las tensiones entre EEUU y China.» – Wang Minjie, científico jefe aplicado del laboratorio de IA de AWS en Shanghai, en un post en redes sociales.
Esta declaración confirma que la causa raíz es la intensificación de los controles de exportación de EEUU, diseñados para impedir que China acceda a semiconductores avanzados y herramientas de desarrollo de IA que podrían tener aplicaciones militares.
El laboratorio de Shanghai no era una operación menor. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, fue altamente productivo, publicando más de 100 artículos académicos y desarrollando tecnología de código abierto, como la Deep Graph Library (DGL), que según Wang, contribuyó a generar casi mil millones de dólares en ingresos para el negocio de comercio electrónico de Amazon.
Su cierre representa la «balcanización» de la ciencia. El modelo global y colaborativo de I+D, que durante décadas impulsó la innovación, se está fracturando a lo largo de fallas geopolíticas. La investigación fundamental, antes vista como un bien común, ahora es tratada como un activo de seguridad nacional, forzando a las empresas a elegir un bando.
La retirada de Amazon y otros gigantes tecnológicos de China acelerará la creación de dos ecosistemas tecnológicos paralelos y competidores: uno liderado por Estados Unidos y sus aliados, y otro autosuficiente desarrollado por China.
Si bien esto puede impulsar una carrera nacionalista por la innovación en ambos lados, también podría ralentizar el progreso científico general al limitar el intercambio de ideas y el talento. La decisión de Amazon no es solo el cierre de una oficina; es una señal inequívoca de que las reglas del juego tecnológico global han cambiado para siempre.
La Verdad Yucatán