Aquaplaning: qué es y cómo evitarlo al manejar con lluvia

Conducir bajo la lluvia implica un riesgo adicional para los conductores, y uno de los fenómenos más peligrosos es el aquaplaning, también conocido como hidroplaneo. Esta situación ocurre cuando los neumáticos de un vehículo pierden contacto con el asfalto debido a la acumulación de agua, provocando que el conductor pierda el control del vehículo de forma momentánea. Comprender qué es el aquaplaning y cómo prevenirlo es clave para garantizar seguridad vial en condiciones de lluvia.
El aquaplaning se produce cuando una capa de agua entre el neumático y la carretera impide que el caucho toque directamente el pavimento. Esto provoca que el vehículo patine o deslice, aumentando el riesgo de accidentes. El fenómeno suele presentarse a partir de velocidades moderadas, especialmente si la carretera está en mal estado o los neumáticos tienen desgaste.
Factores que favorecen el aquaplaning:
- Lluvias intensas que generan charcos profundos.
- Neumáticos con banda de rodadura desgastada.
- Exceso de velocidad.
- Carreteras con mal drenaje o acumulación de agua.
Reconocer a tiempo el hidroplaneo puede ayudarte a reaccionar de forma adecuada:
- Sensación de que el volante se vuelve liviano y pierde respuesta.
- El vehículo patina lateralmente o se mueve sin control.
- Reducción en el sonido de fricción de los neumáticos contra el asfalto.
Ante estas señales, es crucial mantener la calma y evitar movimientos bruscos, ya que frenar o girar bruscamente puede empeorar la pérdida de control.
Existen varias medidas que pueden minimizar el riesgo de hidroplaneo y mantener el control del vehículo:
Reducir la velocidad en carreteras mojadas es fundamental. La probabilidad de aquaplaning aumenta con el exceso de velocidad, incluso en charcos superficiales.
Los neumáticos en buen estado, con la profundidad adecuada del dibujo y la presión correcta, permiten evacuar el agua más eficientemente, reduciendo el riesgo de hidroplaneo.
Si comienzas a patinar, levanta el pie del acelerador suavemente y evita frenar de golpe. Esto ayuda a que los neumáticos recuperen contacto con la carretera de forma gradual.
Un mayor espacio con respecto al auto de adelante permite reaccionar a tiempo ante situaciones de aquaplaning o frenado de emergencia.
Siempre que sea posible, evita rodar por acumulaciones de agua. Aunque no sean muy visibles, los charcos profundos aumentan significativamente el riesgo de hidroplaneo.
Si tu vehículo empieza a patinar por aquaplaning:
- Mantén la calma y no gires bruscamente el volante.
- Suelta el acelerador y deja que el auto recupere contacto con el pavimento.
- Frena suavemente solo si es necesario y con control.
- Evita maniobras abruptas que puedan provocar un accidente.
Estas medidas pueden ayudarte a recuperar el control y prevenir colisiones durante lluvias intensas.
El aquaplaning es una de las situaciones más peligrosas al conducir bajo lluvia, pero comprender sus causas y aplicar medidas preventivas puede reducir significativamente los riesgos. Mantener la velocidad adecuada, revisar los neumáticos, evitar charcos y mantener distancia con otros vehículos son estrategias esenciales para garantizar seguridad vial. Con estos cuidados, los conductores pueden enfrentar carreteras mojadas con mayor confianza y control, protegiendo su vida y la de los demás.
La Verdad Yucatán