Call of Duty cambió enemigos por corporaciones: la historia detrás

Durante años, Call of Duty reforzó un patrón narrativo donde Estados Unidos se presentaba como protector del orden frente a enemigos extranjeros. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta escenarios modernos, la franquicia mostraba claramente quién era el “bien” y quién era el “mal”.
Sin embargo, con la expansión global de la saga, cada elección narrativa se volvió más sensible, ya que reflejaba percepciones internacionales y podía generar tensiones políticas.
Glen Schofield, exdirector de la franquicia, reveló que un momento clave fue durante la gira de prensa de Modern Warfare 3. Al recibir la orden de viajar a Rusia con escolta por seguridad, sintió incomodidad:
«No me sentía más seguro con un guardaespaldas. Me preocupaba viajar y quería poder visitar esos países sin peligro», explicó Schofield a PC Gamer.
Ese incidente fue decisivo. Para su próximo proyecto, Advanced Warfare, tomó la determinación de no señalar a ningún país como enemigo, cambiando la narrativa clásica de la franquicia.
La solución narrativa fue enfrentar al jugador con compañías militares privadas (PMC) y corporaciones, en lugar de naciones enteras. Esta decisión no solo mitigó riesgos personales, sino que también abrió una nueva dimensión creativa en los juegos:
- Antagonistas más complejos y ambiguos.
- Conflictos centrados en intereses corporativos y éticos.
- Libertad para explorar historias internacionales sin generar polémicas geopolíticas.
Advanced Warfare fue el primer título en implementar esta estrategia, donde las PMC se convirtieron en el eje del conflicto, manteniendo la emoción y el drama bélico, pero desde un ángulo innovador.
Este cambio de narrativa tuvo varias consecuencias:
- Mayor aceptación internacional, evitando críticas de gobiernos y medios extranjeros.
- Expansión creativa, permitiendo explorar villanos complejos y tramas más maduras.
- Innovación en la saga, que mantuvo la emoción y la acción sin recurrir a estereotipos nacionales.
El enfoque en corporaciones privadas se convirtió en un modelo que otros juegos de disparos comenzaron a replicar, demostrando que la narrativa de los videojuegos puede evolucionar sin perder identidad.
La decisión de Glen Schofield de reemplazar países con corporaciones redefinió la narrativa de Call of Duty, mostrando cómo los videojuegos pueden combinar acción con responsabilidad ética y creatividad. La saga sigue siendo líder, pero ahora con un enfoque más global y menos polémico.
La Verdad Yucatán