Nintendo y sus spin-offs: cuando la experimentación supera al clásico

En 1992, Nintendo lanzó Mario Paint para Super Nintendo con el periférico Super NES Mouse, permitiendo dibujar, colorear y crear música. No era un juego tradicional, sino una herramienta de expresión creativa.
Aunque no tuvo continuidad directa, sentó las bases para fenómenos como Super Mario Maker o WarioWare DIY, demostrando que jugar y crear podían ir de la mano.
El spin-off F-Zero: Maximum Velocity para Game Boy Advance mostró carreras futuristas a gran velocidad, pero carecía de protagonistas icónicos como Captain Falcon. La jugabilidad era buena, pero no alcanzó la fama de F-Zero X, convirtiéndose en un ejemplo de experimentación con resultados mixtos.
En 2004, Yoshi Topsy-Turvy incorporó un giroscopio en la Game Boy Advance que inclinaba el escenario según el movimiento del jugador. La idea fue innovadora y anticipó futuros controles por movimiento en Wii y Switch, aunque la ejecución resultó irregular.
Link’s Crossbow Training (2007) aprovechó la pistola Zapper de Wii para convertir a Link en tirador de dianas y enemigos en escenarios reciclados de Twilight Princess. Un spin-off raro, pero que sirvió como demostración tecnológica y curiosidad de Nintendo.
En 1999, Pokémon Snap permitió capturar fotos de Pokémon en lugar de luchar contra ellos. Un concepto extraño que funcionó y mostró otra faceta de los videojuegos: la exploración tranquila y la creatividad en la fotografía virtual. Su secuela, New Pokémon Snap (2021), reafirmó su visión innovadora.
WarioWare, Inc.: Mega Microgames! (2003) fue un laboratorio de ideas rápidas, con microjuegos absurdos de cinco segundos. Celebraba lo absurdo y permitió a Nintendo experimentar con mecánicas que influirían en otros títulos.
DK Bongos y Donkey Konga demostraron que Nintendo podía convertir periféricos extraños en experiencias exitosas. El juego musical se expandió a Donkey Kong Jungle Beat, un juego de plataformas controlado completamente por los bongos.
Estos spin-offs, desde Mario Paint hasta DK Bongos, revelan que Nintendo no teme a la experimentación. Incluso los fracasos aportaron lecciones valiosas, dejando huella en franquicias icónicas y mostrando que el riesgo creativo es parte del ADN de la compañía.
La Verdad Yucatán