De la Luna a Marte, EU compite con Rusia y China en una carrera por el espacio

Hace ya más de medio siglo, el hombre puso un pie en la luna. Ahora, la NASA prepara el regreso humano al satélite terrestre con Artemis II, una misión que, aunque aplazada en varias ocasiones, traerá consigo una nueva era especial.
Pero esta nueva carrera por los hitos en el espacio está protagonizada también por empresas privadas y con la vista puesta en otro logro aún mayor: Marte. Y no solo la NASA y Elon Musk quieren conseguirlo. Rusia está desarrollando un motor de plasma y China está dispuesta a enviar un dron al planeta rojo.
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VOLVER A LA LUNA, PERO CON RETRASO
La misión Artemis II llevará a cuatro astronautas (entre ellos, la primera mujer y el próximo hombre de color en orbitar la Luna) a bordo de la nave Orión. Además, será la antesala de Artemis III con la que los cuatro tripulantes pisarán el satélite. Artemis IV, a su vez, hará un segundo alunizaje.
Sin embargo, Artemis II y III se han retrasado varias veces. La última de ellas, a finales de 2024, pospuso a Artemis II de 2025 a 2026, previsiblemente en abril, y Artemis III de 2026 a 2027.
Al parecer, la causa de este aplazamiento está en un problema con el escudo térmico de Orión. Con todo, Artemis IV, prevista para 2028, no se vio afectada en ese momento y mantenía su hoja de ruta.
No obstante, el pasado mayo los recortes de la Administración Trump derivaron en que las misiones de Artemis pasasen a tener su punto final después de Artemis III, cancelando así el proyecto de la cápsula Orión y el cohete SLS, igual que la estación lunar Gateway, en la que se pretendía que pudieran vivir astronautas de manera continuada.
Pero no estaba todo dicho. Y es que recientemente el congreso ha aprobado una medida para continuar con el programa Artemis, a pesar de las críticas de Elon Musk, que ha manifestado en repetidas ocasiones que el objetivo no debe ser la Luna sino Marte.
A su vez, la NASA ha dejado claro que el satélite terrestre es un campo de pruebas para las futuras misiones al planeta rojo: “utilizaremos lo aprendido en la Luna y sus alrededores para dar el siguiente gran paso: enviar a los primeros astronautas a Marte”, dicen en la propia web de la NASA.
Además, la NASA está dispuesta a lograr establecer en el futuro un centro de comunicaciones con la Tierra en la Luna, para lo cual emitió el 7 de julio una solicitud de propuestas a empresas estadounidenses: “estas colaboraciones impulsan importantes avances”, dijo Greg Heckler, subdirector de desarrollo de capacidades del Programa SCaN.
MARTE, CASI AL MISMO TIEMPO QUE LA LUNA
Por su parte, SpaceX, liderada por Elon Musk, no solo es uno de los proveedores de cohetes para la NASA, sino que avanza con su propio programa de vuelos privados y naves reutilizables, Starship. No obstante, el pasado 19 de junio informaron de que en la décima prueba de vuelo el cohete explotó, aunque “no se reportaron heridos”.
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Ya en octubre de 2024, Musk ponía fecha a los primeros viajes a Marte, afirmando que “muchas naves espaciales irán a Marte en dos años, cuando se abra de nuevo la ventana de tránsito”, a través de su cuenta de X.
Es decir, ocurriría, en teoría, en 2026, aunque “la primera oleada no tendrá pasajeros y la segunda, 26 meses después, sí”. Eso sí, “siempre que la primera misión no incremente el número de cráteres en Marte”. El CEO fechaba así para aproximadamente 2028 la llegada de la humanidad a su ambicioso destino.
Pero los planes de Musk van más allá de una visita exprés al planeta rojo: “si la civilización es razonablemente estable durante los próximos 30 años, se construirá en Marte una ciudad autosuficiente de más de un millón de personas”.
Y es que, según ha afirmado desde la misma red social a finales de junio, “mudarse a Marte todavía no es una opción, pero lo será si la civilización es capaz de durar otros 25 años más o menos”.
Algo para lo que algunos descubrimientos médicos recientes podrían suponer un problema. Porque un estudio del hospital Maisonneuve-Rosemont de Montreal desveló que más del 70% de los astronautas que pasan largas estancias en la Estación Espacial manifiestan síntomas del síndrome neuro-ocular asociado al viaje espacial o SANS.
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“Necesitamos averiguar si estos síntomas se estabilizan o empeoran con el tiempo”, explicó el doctor Michael Roberts, responsable del programa de investigación sobre visión espacial de la NASA. En sus propias palabras, “un astronauta con la visión afectada podría poner en peligro toda una misión a Marte”.
UNA CARRERA HACIA EL PLANETA DE ARES, MARTE
Y, en medio de este escenario, a Musk le ha surgido un competidor: la empresa rusa Rosatom ha desarrollado un motor de plasma que es supuestamente 12 veces más rápido que Starship y que podría reducir significativamente el tiempo de viaje a Marte.
“Actualmente, un viaje de ida a Marte a bordo de una nave espacial con motores convencionales puede durar casi un año, lo que supone un riesgo importante para los astronautas si se tiene en cuenta la exposición a la radiación”, afirmó Alexey Voronov, primer subdirector general de Ciencia del Instituto de Investigación de Rosatom en Troitsk.
Voronov, en declaraciones recogidas por Atom Media, explicó que “los motores de plasma podrían reducir la duración de los vuelos a tan solo de 30 a 60 días”. Y es que esta tecnología utiliza un acelerador magnético para lograr la propulsión, pudiendo alcanzar en teoría velocidades de hasta 100 km/s.
Además, subrayó que “la creación de este prototipo es un hito crucial, ya que demostrará si el motor es adecuado para futuros remolcadores nucleares en el espacio y si es posible reducir sus costes de producción”.
Por su parte, China también se une a esta carrera, aunque con un propósito diferente: desplegar un dron en Marte y volver a la tierra con medio kilo de muestras. Es la misión Tianwen-3, prevista para su lanzamiento en 2028 y para su regreso en 2031.
Hou Zengqian, de la Academia de China de Ciencias y científico jefe de la misión, afirmó en un artículo publicado en Nature Astronomy que “la misión supondrá un paso crucial en la exploración planetaria de China”.
“Esperamos brindar a la comunidad internacional una oportunidad sin precedentes para comprender Marte”. Porque, además, tienen un objetivo en mente: “desentrañar el misterio de si alguna vez existió vida allí”, buscando biomarcadores y otros signos de vida, y estudiando la evolución de la habitabilidad del planeta rojo.
Ya lo ven. La humanidad está dispuesta no solo a volver a la Luna, sino a llegar hasta Marte. Y es que en una época en la que la tecnología avanza a pasos agigantados y las empresas se suman a la carrera espacial, el destino parece ser el infinito... Y más allá.
DESTACADOS:
-¿Se imaginan viviendo en Marte? Elon Musk sí, “si la humanidad aguanta otros 25 años”.
- La NASA, a la carrera con Space X: “utilizaremos lo aprendido en la Luna con Artemis y para enviar a los primeros astronautas a Marte”.
- Rusia y China también tienen sus propias misiones para alcanzar el planeta rojo, una de ellas dispuesta a “descubrir si hubo vida”.
Por Nora Cifuentes EFE-Reportajes.
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