El cancelado mundo abierto de Batman que Nolan no dejó despegar

Los fanáticos de los videojuegos de Batman han vivido una montaña rusa de emociones. De la gloria alcanzada con la saga Arkham a la decepción de Gotham Knights, pasando por la esperanza puesta en Lego Batman, el caballero oscuro ha tenido en los videojuegos un camino irregular. Pero hubo un título que nunca salió a la luz y que pudo cambiar para siempre la historia: Project Apollo, un mundo abierto de Batman cancelado por decisión de Christopher Nolan.
A finales de los 2000, Warner Bros. quiso aprovechar el impulso de la trilogía de Nolan y el éxito de El Caballero Oscuro. De la mano de Monolith Productions, se comenzó a desarrollar un juego que mezclaba sigilo, combate y exploración en un mundo abierto de Gotham City.
Lo más atractivo para los fans era que el juego sería canon con el Batman de Nolan, uniendo cine y videojuegos como nunca antes se había hecho. Pero esa misma idea resultó ser su sentencia.
Matthew Allen, exdesarrollador del proyecto, reveló que Christopher Nolan fue tajante:
“No acerques el juego a mi película”.
El director desconfiaba de los videojuegos basados en películas. Ya había tenido una mala experiencia con Batman Begins, adaptación realizada sin su autorización. Aunque Project Apollo buscaba innovar, Nolan temía que empañara la reputación de sus filmes.
Su negativa no fue la única razón de la cancelación, pero sí una determinante.
La otra gran duda era interna. Warner estaba desarrollando al mismo tiempo Arkham City, otro juego con mundo abierto. Apostar por dos proyectos similares era arriesgado y, finalmente, la compañía optó por cancelar Project Apollo.
Sin embargo, el esfuerzo no se perdió del todo: muchas de sus ideas y mecánicas fueron recicladas para un título exitoso de Monolith: Sombras de Mordor, que años después fue aclamado por su sistema Némesis.
Los fans de Batman pudieron haber tenido una experiencia única: un mundo abierto ligado al universo de Nolan, con un Bruce Wayne oscuro, realista y táctico. Un híbrido entre cine y videojuego que habría marcado un antes y un después.
Pero como suele suceder en la industria, los proyectos cancelados quedan en la memoria como “lo que pudo ser”. Hoy, con Arkham Shadow limitado a VR y un futuro incierto, muchos miran hacia atrás y sueñan con ese Batman que nunca llegó a nacer.
La Verdad Yucatán