Meta, TikTok y X: Un futuro incierto para las redes sociales

Las redes sociales están viviendo un periodo de desconcierto. Además de problemas regulatorios como a los que se enfrenta Meta, o la posible salida de Estados Unidos en el caso de TikTok, la IA está cambiando estas redes para siempre.

Las grandes plataformas sociales están en plena transformación, impulsadas por la inteligencia artificial, la búsqueda de nuevos modelos de negocio y la presión de una competencia cada vez más feroz. Meta, X (antes Twitter) y TikTok afrontan 2025 como un año decisivo para su futuro, cada una apostando por estrategias radicalmente distintas.

Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, encara 2025 con una encrucijada entre sus diferentes negocios. Por una parte, la compañía tiene prevista una inversión de más de 65.000 millones de dólares en IA. La tecnológica pretende destinar buena parte de este dinero a mejorar su infraestructura y apostar por sus modelos de lenguaje frente a competidores como OpenAI, con la ventaja de contar con tres de las aplicaciones con más usuarios a nivel mundial.

De hecho, la IA ha llegado ya a estas plataformas de una forma visible para los usuarios, con un círculo azul que invoca a Meta AI para realizar consultas, pero también invisible. El gigante tecnológico está comenzando a aplicar IA en la los anuncios algo que, según Zuckerberg, va a transformar el panorama publicitario. Meta ha introducido herramientas de IA generativa en su suite publicitaria permitiendo a las compañías crear anuncios más personalizados y efectivos. Esto, aseguran, ya ha aumentado las tasas de conversión en un 5%.

Además, a finales de 2024, Meta informó que más de un millón de anunciantes usaron estas herramientas para crear más de 15 millones de anuncios en un mes. Para enero de 2025, este número se había multiplicado por cuatro. En total, la IA ya impacta en el 50% del contenido que ven los usuarios en Facebook e Instagram.

El otro frente al que se enfrenta la compañía es el metaverso. Tras años de inversión en este segmento, la tecnológica reconoce que 2025 será clave para determinar el éxito o fracaso de su proyecto más ambicioso. Zuckerberg ha invertido más de 80.000 millones de dólares desde 2019 en Reality Labs, la división encargada del metaverso, e incluso cambió el nombre de la empresa para demostrar su gran apuesta. Sin embargo, su rentabilidad sigue siendo incierta, en un contexto de competencia directa con Apple y Microsoft en realidad aumentada y virtual.

A este giro de timón para apostar por la IA y dejar sobre la cuerda floja al metaverso, se suman los problemas regulatorios a los que se enfrenta Meta. La compañía se sienta actualmente en el banquillo de los acusados en un juicio celebrado en Washington donde la Comisión Federal de Comercio (FTC) alega que las adquisiciones de Instagram (2012) y WhatsApp (2014) fueron estrategias para eliminar la competencia y consolidar un monopolio en el mercado de redes sociales. El objetivo de la FTC es que Meta se vea obligada a desprenderse de estas plataformas, lo que cambiaría por completo a una de las compañías más poderosa del mundo.

La incertidumbre es la palabra que mejor define la situación que TikTok vive desde hace un año. La red social se ha convertido en la favorita de la Generación Z gracias a su algoritmo adictivo y su capacidad para convertir a cualquier usuario en viral. Sin embargo, su propiedad china a través de ByteDance ha generado controversia, sobre todo en Estados Unidos, donde el Congreso amenaza con prohibir la aplicación si no cambia de dueño al considerarse peligroso para la seguridad de los datos y por su influencia extranjera.

Tras un pequeño apagón el pasado enero, Donald Trump ha mostrado una postura más favorable hacia TikTok en su segundo mandato, otorgando prórrogas para la venta y buscando un acuerdo que proteja la seguridad nacional sin eliminar la aplicación del mercado estadounidense. Actualmente, Tiktok se encuentra en una segunda prórroga hasta el 19 de junio, aunque Donald Trump ya advertido que puede haber más extensiones si para esa fecha no tiene comprador.

A pesar de los obstáculos legales, TikTok ha diversificado su oferta con TikTok Shop, impulsando el comercio dentro de la plataforma, y apostando por contenidos más largos en un intento por retener a los usuarios y competir con YouTube. Pese a estos esfuerzos su futuro estará determinado por su habilidad para navegar en un entorno político cada vez más hostil.

La otra gran red social del momento, X, bajo la dirección de Elon Musk, está experimentando una transformación radical. Tras la compra en 2022 y una serie de despidos y recortes, la plataforma busca reinventarse como una super-app que combine red social, billetera virtual y ecosistema financiero. X ya ha obtenido licencias para operar como transmisor de dinero en la mitad de los estados de EEUU.

Otro de los grandes focos de Musk es la IA, a través de xAI y el chatbot Grok, con lo que pretende competir con los gigantes de esta tecnología sacando partido a todos los datos de la red social X. Asimismo, la reciente venta interna de X a la start up de IA xAI, valorada en 33.000 millones de euros, marca una nueva etapa en la que la inteligencia artificial será central para el desarrollo de la plataforma.

Pero el futuro tampoco está claro para X con la gran apuesta de Musk por la IA o la creación de la súper aplicación prometida. La red social se ha enfrentado a una huida masiva de usuarios y anunciantes en los últimos meses ante las preocupaciones sobre la proliferación de discursos de odio y desinformación. Grandes empresas como Coca-Cola, Google, Airbnb, Amazon, Netflix, IBM, Disney y Apple han retirado su publicidad de la plataforma y la propia X aseguró en Financial Times que habría perdido en el último trimestre de 2024 en torno a unos 11 millones de dólares por la fuga de anunciantes. Otros medios, como The New York Times, calculaban esta cifra bastante superior, hasta los 75 millones.