Los riesgos que genera la propuesta de una constituyente en la economía nacional

Constituyente de 1991.
Archivo EL TIEMPO
La nueva propuesta del presidente Gustavo Petro para avanzar en la convocatoria de una Asamblea Constituyente, que modifique la Carta de 1991, a decir de analistas y académicos tiene varios inconvenientes legales, pero ya de por sí, afecta el clima de inversión en el país, además generaría ruido en los mercados y va a poner en tensión nuevamente a las altas cortes como la Constitucional y el Consejo de Estado.
Pocas horas después de la aprobación de la reforma laboral en el Congreso, Petro sorprendió con el anuncio de la convocatoria a una Asamblea Constituyente. El mandatario aseguró que este llamado responde al mandato del “poder soberano, que es el pueblo”, y que ya no es necesaria la consulta popular previamente anunciada.
(Vea: Convocatoria a asamblea constituyente tendrá que pasar por el Congreso para aprobación).
El presidente aseguró que en las próximas elecciones de 2026 se entregará una papeleta como parte del proceso y aseguró que “la participación del pueblo para cambiar a Colombia es necesaria” porque en esta materia el saber popular debe expresarse en las urnas, “donde el pueblo es rey”.Las palabras generaron muchas reacciones que se preguntan si esa iniciativa avanzará formalmente por los canales institucionales.
Para el profesor de Economía, Jorge Restrepo, la idea de Petro tendría impactos económicos y un transfondo fundamental. Lo que hizo el Gobierno con la declaratoria de la consulta popular y ahora de que va a convocar una Constituyente son dos crisis constitucionales que genera el Ejecutivo pues se pone a prueba la Constitución pues pone en tensión y estrés las instituciones y también la Constución, ya casi en la ultima parte del gobierno, sabiendo que no lo puede hacer.
(Vea: Petro anuncia que derogará la consulta popular, pero insiste en una constituyente).

Constitución Política de 1991.
“Hay riesgos para los inversionistas pues el mensaje es que las reglas sobre las que funciona la economía pueden ser cambiadas por elementos diferentes a los que legalmente hay”, agregó Restrepo.
Y continuó: “En el caso del anuncio de la consulta popular vino el decreto, posteriormente la suspensión y ahora la derogatoria y creo que ahora viene lo mismo con lo que dicen que buscan convocar a la Asamblea Constituyente, con mecanismos diferentes a los que establece la propia Constitución y eso va a volver a oponer a tener en tensión al Consejo de Estado y la Corte Constitucional. La discusión tiene que ser para qué quieren cambiar la Constitución y cómo van a meter la papeleta, si a través de un estado de conmoción interior y su argumento, de si van a crear una nueva Registraduría o a poner a las Fuerzas Armadas a que cuente las papeletas".
Por su parte, José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, dijo que “la idea de una supuesta ‘papeleta constituyente’ es jurídicamente inviable, institucionalmente riesgosa y técnicamente obsoleta. La Corte en sentencias claves ha reiterado que solo el Congreso puede autorizar una Asamblea Constituyente. El presidente no puede imponerla ni ordenar una papeleta sin ley previa, control constitucional ni coordinación con las autoridades electorales. Además, el sistema electoral ya no permite papeletas espontáneas ni paralelas como en 1990. Todo está regulado por la Registraduría y el Consejo electoral”.
(Vea: Posibles cambios en el Banco de la República y la constituyente preocupan a JP Morgan).
Dijo que revivir esa figura es más bien “un truco simbólico para agitar emociones, que no deja de ser un pajarito en el aire”.En cambio, según Restrepo, la propuesta desvía la atención de los problemas urgentes del país como seguridad, terrorismo, salud, gobernabilidad, como lo evidencian hechos recientes como el atentado contra Miguel Uribe. Además respecto de ideas similares no hay un clamor ciudadano ni consenso nacional, como sí lo hubo en 1991. Esto no es unidad, es polarización calculada.
Carlos Gustavo Cano, exministro de Agricultura dice que la iniciativa de Petro es mala idea y lo que hay es que "rodear a la institucionalidad, el soporte de la democracia”.
(Vea: Piden a Petro que mejor invierta recursos de Constituyente en sectores más necesitados).
El exministro Mauricio Cárdenas Santamaría, dijo que cambiar la Constitución no es la salida y le pidió al presidente Petro respetar la democracia y démosle al país unas elecciones limpias en el 2026.

Firma de la Constitución del 1991. En la foto, los presidentes de la Asamblea Nacional Constituyente Antonio Navarro Wolf, Álvaro Gómez y Horacio Serpa.
Archivo particular
“No es posible convocar una Consti- tuyente que no pase por el Congreso. En el 90 sí hubo una justificación pues la Constitución del 86 solo tenía la del Congreso, pero la del 91 abrió mecanismos de participación”, dijo el constitucionalista Alfonso Gómez Méndez.
Se preguntó cuál es el problema que quiere resolver el Gobierno, pues la Carta del 91 tiene varios mecanismos en los que incluso se puede avanzar más.
La Constituyente la contempla la propia Constitución de 1991 para reformarla. Se inicia desde el Congreso, a través de una propuesta del Gobierno, de los legisladores o por medio de una iniciativa ciudadana respaldada por al menos dos millones de firmas.
HOLMAN RODRÍGUEZ MARTÍNEZPeriodista Portafolio
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