El fiscal general de España es enviado a juicio mientras los problemas legales persiguen al primer ministro

Los problemas legales que avergüenzan al gobierno izquierdista de España volvieron a salir a la luz el martes cuando el fiscal general fue enviado formalmente a juicio un día antes de una comparecencia ante el tribunal de la esposa del primer ministro.
Una serie de investigaciones dirigidas a familiares y antiguos aliados cercanos del primer ministro socialista Pedro Sánchez han aumentado la presión sobre él y han amenazado con la desaparición de su coalición minoritaria.
El Tribunal Supremo envió formalmente el martes al fiscal general Álvaro García Ortiz a juicio con una fianza de 150.000 euros (176.000 dólares) por presunta violación del secreto judicial contra la oposición de derecha.
García Ortiz está acusado de filtrar archivos del caso Alberto González Amador, empresario investigado por presunto fraude fiscal y socio de la influyente líder conservadora de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Su Partido Popular (PP) ha acusado a los aliados de Sánchez de organizar la filtración para perjudicar a Ayuso, una niña mimada de la derecha española.
Designado por el gobierno de Sánchez en 2022, García Ortiz ha negado haber filtrado información alguna sobre González Amador, ni personalmente ni a través de su despacho.
Todavía no se ha anunciado una fecha, pero el juicio se hizo inevitable después de que la apelación final de García Ortiz fuera rechazada en julio.
El PP renovó el martes sus peticiones de dimisión de García Ortiz, y su líder, Alberto Núñez Feijóo, escribió el 15 de marzo: "El daño institucional al que Pedro Sánchez somete a nuestro país es insoportable".
El miércoles, la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, comparecerá ante un juzgado de Madrid acusada de malversación de fondos públicos, en el marco de una larga investigación sobre presunta corrupción y tráfico de influencias.
El juez de instrucción Juan Carlos Peinado inició la saga en abril de 2024 al abrir una investigación para determinar si explotó su cargo en beneficio privado.
El último avance se centra en si una funcionaria empleada en el despacho de la presidenta, Cristina Álvarez, trabajó para Gómez durante su anterior trabajo académico en la Universidad Complutense de Madrid.
Gómez negó haber actuado mal durante una audiencia judicial en diciembre de 2024 y afirmó que no tenía "nada que ocultar".
Sánchez ha rechazado las acusaciones contra su esposa como un intento de socavar su Gobierno por parte de la derecha, que ha exigido su dimisión.
Este mes, el primer ministro dijo que había "jueces que hacen política y políticos que intentan hacer justicia" y denunció lo que calificó de denuncias espurias de grupos con vínculos con la extrema derecha.
Las investigaciones separadas por corrupción contra el hermano de Sánchez y dos ex pesos pesados socialistas también han sacudido al gobierno.
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