Nuno Portas. Una vida dedicada a la arquitectura, el urbanismo y el servicio público.

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Nuno Portas demostró una preocupación constante por el derecho de los ciudadanos a una vivienda digna y a la ciudad. Fue Secretario de Estado de Vivienda y Urbanismo en 1974, tras la Revolución del 25 de abril. Creó el Servicio Local de Apoyo Ambulatorio para responder a las necesidades crónicas y urgentes generadas por años de dictadura. A lo largo de su obra y vida, mantuvo una férrea defensa del "derecho a la ciudad".
Nuno Rodrigo Martins Portas, una de las principales figuras de la cultura portuguesa, nació el 23 de septiembre de 1934 en São Bartolomeu, municipio de Vila Viçosa, distrito de Évora, y desde muy joven dividió su vida entre sus pasiones por el cine y la arquitectura.
Con una trayectoria polifacética, Portas compaginó la actividad académica, la producción teórica, la participación ciudadana y la práctica profesional, tras finalizar su licenciatura en arquitectura en 1959, en las Escuelas de Bellas Artes de Lisboa y Oporto.
Su carrera profesional comenzaría dos años antes, en 1957, en la Rua da Alegria, en Lisboa, en el estudio de Nuno Teotónio Pereira (1922-2016), considerado uno de los arquitectos portugueses más notables de su generación, y uno de los ejemplos de admiración que Nuno Portas citó varias veces en entrevistas.
El arquitecto e investigador trabajó "en gran sintonía" con Teotónio Pereira durante casi 20 años, especialmente en proyectos en el barrio de Olivais de la capital: "Era una persona con una enorme cultura y un compromiso con la veracidad", describió Portas en una entrevista con RTP en 2005.
La colaboración se prolongó hasta 1974, marcando un período de intenso aprendizaje y participación en proyectos de renovación de la arquitectura nacional, con ideas consideradas pioneras, contundentes y audaces en la época, materializadas en contribuciones a las ciudades de Oporto, Guimarães y Aveiro.
Al mismo tiempo, Nuno Portas se convierte en una figura activa en el mundo cultural, incorporándose a la revista Arquitectura, de la que es director, y donde publica textos ilustres, entre ellos el Premio Gulbenkian de Crítica de Arte en 1963.
Fue uno de los primeros en escribir sobre la obra del arquitecto Álvaro Siza, tanto en Portugal como en revistas especializadas de España e Italia.
Entre 1962 y 1974 realizó investigaciones en el Laboratorio Nacional de Ingeniería Civil, donde coordinó la Unidad de Arquitectura, Vivienda y Urbanismo, actividad que se considera en el campo como una contribución decisiva a la reflexión crítica sobre el espacio urbano y la vivienda en Portugal.
Con un enfoque interdisciplinario, Nuno Portas combinó el rigor científico con la preocupación social, anticipándose a los debates sobre la ciudad y la ciudadanía, destacan sus pares.
Desde muy joven demostró una preocupación constante por los derechos ciudadanos a una vivienda digna y a la ciudad, lo que se reflejó en su defensa de los modelos de vivienda cooperativa y en la creación del Servicio Local de Apoyo Ambulatorio (SAAL), cuando era Secretario de Estado de Vivienda y Urbanismo, en 1974.
"Toda mi actividad política siempre ha estado ligada a mi rol de arquitecto", enfatizó en la misma entrevista con RTP, en la que destacó la importancia de que estos profesionales estén atentos a las desigualdades y las necesidades reales de las comunidades, abogando por que profundicen sus conocimientos en los campos de la antropología y la sociología.

Nuno Portas, padre de Paulo y Miguel Portas, falleció a los 90 años. La noticia fue compartida por Helena Sacadura Cabral en su página de Instagram este domingo 27 de julio.
Noticias al minuto | 11:46 - 27/07/2025Sus escritos, tanto sobre arquitectura como sobre crítica cinematográfica, revelan una personalidad atenta a la cultura, al pensamiento contemporáneo y a la transformación social, negándose a conformarse con la norma y manteniendo una postura intervencionista a lo largo de su carrera.
Su carrera docente comenzó en la Escuela de Bellas Artes de Lisboa, donde impartió clases de Diseño entre 1965 y 1971. En 1983, como miembro del profesorado de la Escuela de Bellas Artes de Oporto, participó en la fundación de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto, donde pasó a ser profesor titular en 1989.
Posteriormente, ya con la condición de profesor jubilado, mantuvo su influencia intelectual en la academia a través de su legado, que incluyó la estructuración de la primera maestría en Planificación y Diseño Urbano Ambiental.
La actividad académica de Nuno Portas se extendió internacionalmente, con estancias en instituciones de prestigio como la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, el Instituto de Urbanismo de París, el Politécnico de Milán, la Universidad de Ferrara en Italia y la Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil.
Siguiendo en el ámbito internacional, dirigió la Planificación Intermunicipal de Madrid (1980-1983), donde residió esos tres años, y fue consultor de los planes estratégicos municipales de Barcelona y Santiago de Compostela, también en España.
Trabajó con las Naciones Unidas, la Unión Europea y el arquitecto español Oriol Bohigas (1925-2021) en proyectos para Río de Janeiro, como el Plan de la Ribera y el Plan de Recuperación de la Zona Centro de la ciudad. En Cabo Verde, contribuyó al marco legislativo de la planificación urbana.
"Hoy en día, la arquitectura está obsesionada con la invención y desestima la memoria. Pero no hay lenguaje sin memoria", comentó, también en una entrevista, argumentando que "el patrimonio debe respetarse, pero también enriquecerse, como siempre hicieron los antiguos", sosteniendo que la disciplina consiste en "un arte de gran permanencia y responsabilidad".
En el ámbito político, fue nombrado Secretario de Estado de Vivienda y Urbanismo tras la Revolución del 25 de Abril, durante los tres primeros Gobiernos Provisionales (1974-1975). En este cargo, lideró una profunda reforma del sector, impulsando las cooperativas de vivienda, la SAAL, y sentó las bases de los actuales Planes Directores Municipales. En 1990, fue concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Vila Nova de Gaia.
Como arquitecto trabajó en Portugal, además de Nuno Teotónio Pereira, con figuras destacadas del sector, como Pedro Botelho, José Luís Gomes, Camilo Cortesão y Bartolomeu Cabral.
Con un trabajo centrado en el pensamiento urbano, coordinó planes estratégicos y de planificación en diversas regiones del país.
En una entrevista con la revista brasileña de arquitectura Vitruvius en 2013, afirmó: "Me considero un 'urbanista' -un término usado durante siglos- por la importancia que he dado a los elementos más duraderos del urbanismo: las redes de espacio público que deben preceder a los edificios que duran menos, como todos sabemos".
La revista destacó la visión "profundamente humanista" de Nuno Portas, siempre preocupado "por conciliar la calidad arquitectónica con las necesidades sociales, argumentando que el derecho a una vivienda digna era inseparable del derecho a la ciudad".
Entre los proyectos más relevantes destacan el plan del campus de la Universidad de Aveiro, el primer Plan General de la Expo 98 y los estudios de recalificación de Chelas y del centro histórico de Guimarães.
Autor de extensas obras publicadas sobre teoría, historia crítica de la arquitectura y urbanismo contemporáneo, mantuvo una constante conexión con el mundo de la crítica y la cinefilia, escribiendo textos en diversas publicaciones especializadas, con un estilo reconocido por su agudeza analítica y compromiso social.
Nuno Portas creó una serie de programas que él mismo conducía, titulada 'À Volta da Cidade', centrados en el urbanismo y el patrimonio arquitectónico en Portugal, que RTP emitió en 1978-1979, en el que cada episodio abordaba diferentes temas relacionados con la evolución de las ciudades y la arquitectura nacional.
En este programa, habló sobre “Problemas de vivienda”, “Crecimiento de las ciudades”, “Protección del patrimonio”, abordó problemas de los centros de las ciudades y su transformación y crecimiento, miró cuestiones de arquitectura y urbanismo, administración local, mostró obras como la del Bairro da Bouça, de Álvaro Siza, visitando siempre los sitios, mostrando ejemplos concretos y manteniendo un tono de diálogo con el espacio circundante - y con el público -, entonces raro en la producción televisiva.
El documental 'A Cidade de Portas', dedicado a la complejidad del concepto de ciudad del arquitecto, dirigido por Humberto Kzure y Teresa Prata, se estrenó en el Festival IndieLisboa en 2021.
Nuno Portas tuvo una fuerte vinculación con el movimiento de cineclubes en Portugal, como miembro activo del Cine Club de Lisboa, y dejó una visión crítica del cine expresada en varios artículos y ensayos, en los que analizó el papel de esta expresión como forma de arte y como reflejo de la sociedad.
Al principio de su carrera, en la década de 1950, cuando fue reclutado por el ejército, incluso realizó un cortometraje sobre su servicio militar. En una entrevista con el periódico i en 2013, habló sobre este cortometraje de 30 minutos, editado por el cineasta Fernando Lopes (1935-2012): «Llevé a los chicos que venían del campo y les mostré cómo trataban a la gente».
Nuno Portas creía fundamentalmente que el cine, como la arquitectura, tenía "el poder de influir y transformar la experiencia humana en el espacio y el entorno".
Nuno Portas es padre de los políticos Paulo y Miguel Portas (1958-2012) -de su primer matrimonio con Helena Sacadura Cabral- y de la periodista y empresaria Catarina Portas, de su segundo matrimonio con Margarida Sousa Lobo.
Entre las distinciones recibidas figuran el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Aveiro y el Instituto Politécnico de Milán, la Gran Cruz de la Orden del Príncipe Enrique el Navegante y el Premio Sir Patrick Abercrombie de la Unión Internacional de Arquitectos.
En 2012, Guimarães, Capital Europea de la Cultura, le dedicó la exposición retrospectiva «El Ser Urbano: En los Caminos de Nuno Portas», que posteriormente se presentó en el Centro Cultural de Belém de Lisboa. La exposición, que dio lugar a un catálogo publicado por la Prensa Nacional, demostró cómo toda su obra era una afirmación del «derecho a la ciudad».
"La lucha para conquistar el derecho del arquitecto a diseñar debe ser firme, pero cautelosa y progresista", escribió en O Jornal do Arquitecto en 2017, cuando fue homenajeado por la Orden de Arquitectos.
«El éxito de esta lucha», continuó, «depende, ante todo, de nosotros mismos como grupo. Depende de saber demostrar, ante un público más amplio, aunque desprevenido, que nuestra mayoría de profesionales —y no solo el pequeño grupo de notables— puede ofrecer servicios que otros solo ofrecerán excepcionalmente, y a un coste acorde con los beneficios que este servicio más cualificado aportará a los usuarios».
Y concluyó: “Mucho tendrá que cambiar si queremos legitimar nuestra afirmación de que el arquitecto, como agente cultural, es esencial para el desarrollo social de las comunidades”.
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